El documento, al que Lusa tuvo acceso y que fue admitido en el Tribunal de Ponta Delgada, reclama al transportista azorano cerca de 15 millones de euros relacionados con los contratos de los aviones A321 neo de la SATA.

En 2016, en la formalización del acuerdo, el vicepresidente de la corporación de arrendamiento aéreo, Marc Baer, estuvo en Ponta Delgada, y acompañado por el entonces presidente ejecutivo de la SATA, Paulo Menezes, en la presentación del plan operativo de la empresa. La agencia de Lusa se puso en contacto con la SATA para saber si habían sido notificados del proceso, a lo que respondieron que están esperando una respuesta del operador.

Las dos compañías aéreas del grupo SATA cerraron con pérdidas de unos 42 millones de euros, con pérdidas adicionales de 33,5 millones de euros en el mismo período. En sus estados financieros, a los que Lusa tuvo acceso a principios de octubre, se afirma que Azores Airlines (que opera desde y hacia el archipiélago) tuvo pérdidas de 34,5 millones de euros entre enero y junio, mientras que SATA Air Azores, que vuela en el archipiélago, tuvo pérdidas de 7,6 millones de euros.

La operación de SATA fue fuertemente afectada por la pandemia, y la compañía cesó sus operaciones durante la mayor parte del segundo trimestre. Sin embargo, en 2019, las pérdidas globales del grupo ya habían sido de 53 millones de euros, en línea con la pérdida registrada en 2018.

SATA ha solicitado recientemente una ayuda estatal de 133 millones de euros, operación aprobada por Bruselas. Sin embargo, la Comisión Europea ha abierto un procedimiento para que Portugal demuestre que las tres recientes ampliaciones de capital de la compañía azoriana no fueron ayudas estatales, y el plazo para el país está actualmente en marcha.