"TAP, en particular, a pesar de haberse visto obligada a cancelar numerosos vuelos regulares hacia y desde terceros países, ha hecho todo lo posible por, dentro de las limitaciones legales y reglamentarias, y a pesar de las numerosas dificultades prácticas, mantener en la medida de lo posible la conexión con los países con mayor presencia de portugueses y descendientes de portugueses", aseguró el Gobierno.

Esas conexiones se produjeron "principalmente para los países de habla portuguesa y para los Estados Unidos de América", añadió el ejecutivo portugués en una respuesta a una pregunta de los diputados socialistas de la Comisión Parlamentaria de Asuntos Exteriores y Comunidades, a la que Lusa tuvo acceso.

En el documento, el Gobierno, a través del ministro de Infraestructura y Vivienda, Pedro Nuno Santos, explicó que, además de las conexiones regulares, "TAP también ha organizado 85 vuelos de repatriación y humanitarios a países con espacio aéreo cerrado a los vuelos comerciales, lo que ha permitido que alrededor de 12.000 portugueses y residentes en Portugal regresen a sus hogares".

Subrayando las restricciones impuestas por la pandemia del covid-19, y los impactos del tráfico aéreo, "principalmente desde y hacia países fuera de la Unión Europea y del espacio Schengen", el Gobierno recordó que las empresas deben garantizar el cumplimiento de las diversas medidas impuestas por los mercados en los que operan.

En este escenario, las compañías aéreas que, como TAP, realizan vuelos de larga distancia, fueron "las más afectadas" y se vieron obligadas a ajustar su funcionamiento, "a saber, mediante la cancelación de la mayoría de los vuelos regulares".

Por otra parte, la demanda de pasajeros de ocio y de negocios sigue siendo "extremadamente baja, debido no sólo a cuestiones de salud, cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS) indica tasas de contagio alarmantes en Europa, sino también a la inestabilidad", subraya el documento.

En cuanto a las proyecciones para los próximos meses, el gabinete del ministro añade que "son bastante pesimistas", refiriéndose a las previsiones de varias entidades internacionales del sector.

El Gobierno dijo que, en cuanto a los vuelos procedentes de los aeropuertos de Europa, en particular de Francia, Luxemburgo, Suiza o Alemania, "TAP se ha visto obligada a cancelar algunos vuelos a países europeos debido a la notable caída de la demanda".

En cuanto a la política de reembolso a los clientes perjudicados por la cancelación o anulación de vuelos, el documento subraya que la compañía aérea "cumple plenamente las normas establecidas" en los reglamentos de la Unión Europea.

La aerolínea ha adoptado procedimientos automáticos para tramitar las solicitudes de reembolso mediante un "vale" y ha organizado un equipo especializado para tramitar los reembolsos en forma de pago de billetes.

Por lo tanto, antes de finales de agosto, TAP había conseguido procesar el reembolso de 844.684 pedidos, recibidos entre el 1 de marzo y el 31 de julio de 2020.