Cristina Campos afirma que existen "enormes dificultades" en todo el sector, ahora "desprotegido y olvidado" por el Gobierno y destaca que los profesionales del área son "altamente especializados y con años de experiencia".

"Para garantizar la indispensable permanencia de estos profesionales altamente especializados y con muchos años de experiencia, necesitamos un subsidio salarial para todos los que han estado en el área de talleres de costura en el período de la pandemia", solicitó.

La empresaria recuerda que estos empleados están "absolutamente paralizados" desde el 16 de marzo, fecha del primer toque de queda en Portugal. Y con la segunda ola, no hay planes para tener bodas antes del verano de 2021, añadió.

"Sin apoyo, nos veremos obligados a despedir a los empleados y cerrar la actividad", se lamenta.

Subraya que esta industria en Portugal representa de media unos 800 millones de euros al año y que sabe que nada ni nadie estaba preparado para esta pandemia, aun así Cristina Campos pide "más atención" para un sector "fuertemente penalizado y desesperado".

A finales de año, más del 80 por ciento de las bodas previstas serán canceladas, además de todas las comuniones, dijo.