"TAP estima que la reducción de su capacidad operativa en el período de invierno 2020/2021 será de entre el 60 y el 70 por ciento, en comparación con el invierno anterior", revela un comunicado de la compañía.

La aerolínea también informó el 30 de noviembre que aumentó sus pérdidas en los primeros nueve meses del año a 700,6 millones de euros, después de haber registrado una pérdida de 110,8 millones de euros en el mismo período de 2019.

"En los próximos meses, la industria de la aviación en Europa seguirá enfrentándose a un período de incertidumbre sin precedentes en cuanto a la evolución de la demanda, por lo que TAP estará dispuesta a realizar nuevos recortes de capacidad, si es necesario", garantiza la compañía en el comunicado.

Sin embargo, la compañía considera "alentadoras" las noticias sobre la aparición de vacunas eficaces para el covid-19 y un plan de vacunación, que "también la posibilidad de aceptación y las pruebas previas al vuelo pueden indicar un camino de recuperación en los viajes aéreos internacionales".