La obra, que fue distinguida recientemente por la Sociedad Portuguesa de Neurología con el Premio Orlando Leitão, destinado a la mejor comunicación oral presentada en el congreso anual de esta sociedad científica, presenta, según i3S, "nuevos datos para la comprensión de la enfermedad y el desarrollo de nuevas terapias".

Las migrañas son una enfermedad crónica que se caracteriza por episodios de cefalea grave, asociados a síntomas neurológicos y autonómicos. Tiene una prevalencia muy alta (es la tercera enfermedad más común en el mundo, más frecuente que la diabetes, la epilepsia y el asma juntas) y un gran impacto socioeconómico, siendo considerada por la Organización Mundial de la Salud como la octava causa de discapacidad.

Según el investigador Miguel Alves-Ferreira, del grupo UnIGENe, "se sabe desde hace tiempo que la migraña tiene un gran componente familiar y, en un estudio de agregación familiar en pacientes portugueses, realizado por el grupo, se constató que los miembros de la familia en primer grado tienen un riesgo tres o cuatro veces mayor, en comparación con la población general, lo que sugiere que existe un fuerte componente genético".

Sobre la aparición de la enfermedad, el investigador explica que, aunque los cambios fisiológicos de la migraña aún no se conocen en su totalidad, se sabe que hay varios mecanismos en el sistema nervioso central que funcionan en el dominó.

"En primer lugar, hay un nervio que se activa, lo que hace que las neuronas liberen pequeñas partículas, los llamados neurotransmisores, seguido de la inflamación y dilatación de los vasos sanguíneos, lo que luego desencadena la migraña (dolor)", dice.

En este trabajo de investigación, Miguel Alves-Ferreira se centró en el estudio de los neurotransmisores y más concretamente en la neurexina, un gen que está presente en esta liberación de neurotransmisores por parte de las neuronas y que ayuda a la proximidad física entre las neuronas.

"Estudié las variantes genéticas en 183 pacientes y cómo la neurexina influye en otros dos genes que ya se sabe que están relacionados con la migraña, y descubrí que este gen interactúa significativamente con los otros dos", explica el investigador.

Con este estudio, "fue posible demostrar por primera vez la implicación del gen llamado neurexina en la migraña". Este gen, que juega un papel esencial en la adherencia de las neuronas durante la sinapsis (ayuda a la proximidad física en el proceso de comunicación entre las neuronas), y sus interacciones con otros genes del sistema nervioso central pueden ayudar a resolver un rompecabezas de inmensa complejidad, permitiéndonos una mejor comprensión de la migraña y el desarrollo de nuevos enfoques terapéuticos", subraya Miguel Alves-Ferreira.