En la era de los hipermercados en constante expansión y de los productos genéticamente modificados hay un movimiento que crece en contra de esta tendencia, un movimiento que argumenta que lo más grande y lo más fácil no siempre es lo mejor.

El movimiento "de la granja a la mesa" ha dado pasos agigantados en los últimos años, para aquellos que no están familiarizados con él, el concepto es simple: saber de dónde vienen los alimentos. La medicina preventiva es un tema candente, y uno de los puntos cruciales es la cuestión de qué ponemos dentro de nuestros cuerpos.

Esta pregunta no sólo debería aplicarse a la comida, sino también a la bebida. El consumo de vino y la conciencia sobre el vino ha aumentado constantemente en la última década, pero ¿cuánto realmente sabes sobre lo que hay en ese Cabernet Sauvignon que tanto amas?

La producción de vino es una industria agrícola como cualquier otra, un negocio sujeto a presiones económicas. Por lo tanto, si te preocupa cómo llegaron los productos que terminan en tu mesa, necesitas hacerte estas preguntas.
¿Quién produjo este vino, dónde se cultivaron las uvas, cómo se trataron las vides, cuáles son los pros y los contras de la producción orgánica, qué otros productos se agregaron al vino? Sólo una vez que empieces a hacerte estas preguntas entenderás cuántas sin respuestas hay realmente. Lejos de disuadirte de beber vino, nuestra recomendación es simple, averigua más, y no sólo aliviarás algunas de tus preocupaciones, sino que también reforzarás tu apreciación por uno de los productos más naturales y tradicionales disponibles en estos días.