En un comunicado, la GNR dijo que durante las operaciones en diversas partes del país se inspeccionaron 25.404 vehículos y se registraron un total de 5.371 infracciones, 341 de las cuales se relacionaban con el uso de teléfonos móviles mientras se conducía.

Durante el período de la campaña, según la GNR, se registraron un total de 1.469 accidentes, con el resultado de tres muertos, 18 heridos graves y 406 heridos leves.

La campaña de seguridad vial "Al volante, el teléfono móvil puede esperar", estuvo a cargo de la Autoridad Nacional de Seguridad Vial (ANSR), la Guardia Nacional Republicana (GNR) y la Policía de Seguridad Pública (PSP) y se llevó a cabo del 10 al 14 de diciembre con el objetivo de "alertar a los conductores sobre las consecuencias negativas e incluso mortales del uso de un teléfono móvil mientras se conduce".

Durante la campaña, las acciones de sensibilización de la ANSR y las operaciones de inspección fueron llevadas a cabo por la GNR y la PSP, con especial atención a las carreteras y vías de acceso con gran flujo de tráfico.

"Aunque se planificaron seis acciones, en Lisboa, Faro, Loulé, Beja, Évora y Setúbal, debido a las condiciones climáticas adversas durante el período de la campaña, sólo fue posible llevar a cabo las acciones en Faro y Loulé, donde se acercaron 88 conductores", dice el comunicado de prensa.

La campaña formaba parte del Plan Nacional de Control, que forma parte del Plan Estratégico Nacional de Seguridad Vial - PENSE 2020, cuyo objetivo es "Hacer de la seguridad vial una prioridad para todos los portugueses".

PENSE prevé la realización de campañas de sensibilización simultáneamente con las operaciones de inspección, en los lugares donde se producen regularmente infracciones que representan un mayor riesgo de accidentes.