Corroborando que los médicos y otros profesionales de la salud "deben considerarse prioritarios", la OM defendió "un cambio en los criterios de operacionalización de los grupos de población con factores de riesgo ya conocidos, privilegiando, por ejemplo, el factor de la edad, lo que facilitaría la identificación de los grupos destinatarios y reduciría la mortalidad, la morbilidad y la presión sobre los servicios".

Para justificar esta convicción, el decreto dirigido por Miguel Guimarães destaca que "la tasa de mortalidad varía de aproximadamente el 0,3% en el grupo de edad de 50 a 59 años al 13,6% en el grupo de 80 años".

"En este sentido, los profesionales y los residentes en residencias de ancianos, unidades de cuidados de larga duración y aquellos ancianos que son seguidos directamente por las familias, se beneficiarían de la vacuna en la primera etapa. Asimismo, en cuanto a los profesionales de la salud, defendemos que el factor de la edad y las enfermedades asociadas deben ser consideradas en la selección inicial, independientemente de la unidad de salud, región del país o sector en el que desarrollen su actividad", argumentan.

En una carta dirigida al ministerio de Marta Temido, la OM también expresó "su preocupación por la falta de criterios operativos para los profesionales de la salud que no trabajan en el SNS (Servicio Nacional de Salud)".

El Plan Regional de Vacunación covid-19 establece tres fases, comenzando con la población mayor y los profesionales de la salud, públicos y privados, seguidos por las personas con comorbilidades y luego el resto de la población.

Se estima que en la primera fase se vacunarán 50.000 personas; en la segunda, otras 50.000 y, por último, 100.000 personas.

La campaña de vacunación comenzó el domingo en Portugal, como en otros países de la Unión Europea.

La vacuna es opcional, gratuita y universal, y es proporcionada por el SNS.