Según los resultados del estudio, se examinaron 28 sustancias químicas (en análisis de orina) y en cada una de las muestras se encontraron entre 18 y 23 sustancias peligrosas.

El estudio se llevó a cabo en seis países y en Portugal participaron 10 personas, entre ellas un diputado, un alcalde, periodistas y profesores. En todos los países el objetivo era evaluar la presencia en el cuerpo humano de sustancias químicas potencialmente peligrosas como resultado del uso cotidiano de los envases, en particular los envases de alimentos.

Según los resultados del estudio, divulgados por la asociación ecologista Zero, que participó en la iniciativa, las variaciones entre países (Bélgica, Bulgaria, Letonia, Eslovenia y España, así como Portugal) no fueron significativas, "lo que indica que el contacto diario con estas sustancias se produce en toda Europa, siendo transversal a la geografía, la profesión, la edad, entre otras variables", dijo Zero en un comunicado.

Los análisis se centraron en evaluar la presencia de sustancias químicas que se pueden encontrar en los envases de alimentos desechables, como los ftalatos y los fenoles. Ambos están asociados por estudios científicos con enfermedades como el cáncer o las enfermedades cardiovasculares y tendrán impactos negativos en los sistemas reproductivo e inmunológico también, subraya la asociación.

"Estos resultados son una prueba más de cómo los envases y los productos que consumimos y usamos a diario introducen sustancias químicas extrañas en nuestros cuerpos, que la ciencia ha demostrado que son riesgos potenciales para nuestra salud y el medio ambiente. Es urgente reducir el uso de opciones desechables y confiar en materiales seguros y circulares", advierte Susana Fonseca, de la dirección de Zero, citada en el comunicado.

El proyecto es el resultado de una asociación en el marco de la red europea Zero Waste Europe, que reúne a 31 miembros de 24 países y tiene por objeto liderar la transición hacia una Europa sin residuos.

Las organizaciones participantes llaman la atención sobre los posibles problemas para la salud humana que se derivan del actual modelo de producción y consumo y piden que se revise la legislación aplicable a los materiales en contacto con los alimentos.

Los minoristas y las marcas también deberían cambiar a alternativas más seguras y los consumidores deberían tomar decisiones más saludables, también hacen un llamamiento a las organizaciones.

Zero recuerda la advertencia de los científicos en marzo de este año (en la llamada "Declaración de Consenso") sobre los miles de productos químicos utilizados en los envases de alimentos y otros materiales de contacto con alimentos, y muchas de estas sustancias pueden migrar de los envases de alimentos a los alimentos, por lo que su uso continuado debe entenderse como un riesgo para la salud humana.

Como resultado de la alerta, más de 230 organizaciones no gubernamentales de todo el mundo han pedido a los responsables políticos que tomen medidas urgentes.