Cuando escuché por primera vez que había libros en inglés que se encontraban en el «Entre linhas». En el café Entre líneas, en Tunes, me pareció ser el nombre perfecto para mi último ABC (Algarve Book Corner) y me preguntaba si de hecho tenía algo que ver con la lectura. Resulta que en realidad no (bueno, al menos no a primera vista), tiene más que ver con el hecho de que el café se encuentra en medio de las vías del ferrocarril.

Tunes sería un pequeño pueblo tranquilo excepto por el hecho de que se ha convertido en un bullicio por la actividad locomotora. Cada vez que he tenido que dejar gente de la ciudad en las estaciones de tren en el pasado, normalmente están acostumbrados a navegar por la compleja red de arañas de redes de una bulliciosa metrópoli y así están ansiosos de obtener las instrucciones correctas sobre qué tren tomar, pero tengo que decirles que en nuestro país solo tienen dos líneas para elegir: al este o al oeste, y el único lugar donde se complica es en Tunes, donde también se puede ir al norte.

Este lindo café fue originalmente fundado por una pareja inglesa que se le ocurrió el nombre, y creó una bonita sala de libros en la esquina en donde hay un alféizar lleno de libros, e incluso hay algunos sofás para acurrucarse y enterrar la nariz en algunas palabras por un tiempo.

Los lugareños ingleses han comenzado a traer libros que terminan dejando aquí para que otras personas lean mientras están bebiendo su café... Pero, si uno te atrapa (lo que a veces hacen) entonces eres más que bienvenido a llevarlo contigo.

El café es desde, hace cuatro años, administrado por una encantadora dama portuguesa llamada Fátima, que cambió el nombre a «Entre Linhas» (y en caso de que te preguntes, sí, puedes encontrar los significados ocultos de las cosas y «entre ler as linhas» en portugués también). El café ahora tiene una extraña mezcla de vibraciones inglesas y portuguesas y Fátima está muy feliz de seguir permitiendo que esta pequeña operación local de intercambio de libros continúe, así como, con orgullo, me informó, que aprende a preparar un desayuno inglés completo.

Pero ella, sin embargo, por lo que puedo ver, ha hecho una gran mejora, que puede ser la razón por la que has seguido leyendo hasta ahora, para averiguar quién es ese hermoso loro verde en la foto. Se llama Charlie y añade mucho carácter al lugar. Como dije al principio, no sabe leer, pero puede hablar.

Te dirá 'Olá' cuando llegues y 'Obrigado' si lo alimentas (aunque le gusta mantener las cosas interesantes mezclándolas de vez en cuando).

Charlie es parte de la familia. Fátima lo atrapó cuando era un bebé y lo ha tenido durante 27 años. Aparentemente los loros viven un promedio de 50 años, así que es de mediana edad, supongo... Pero se sabe que viven hasta 100 años. Por lo tanto, si por alguna extraña razón estás leyendo esta nota muy antigua de The Portugal News en el año 2093 (mientras esperas el tren) tal vez aparezca y puedas ver que Charlie sigue cantando todavía.