Según el boletín del Ministerio de Salud, el día anterior se registraron 33.040 infecciones y un total de 8.488.094, lo que confirma al país como uno de los principales epicentros de la pandemia.

El Brasil es uno de los países más afectados por la pandemia, con el segundo mayor número de muertes por el virus, después de los Estados Unidos, y el tercer mayor número de infectados, después de los Estados Unidos y la India.

En la actualidad, el número de muertes diarias se ha reducido a casi la mitad de las más de 1.000 muertes que se han registrado consecutivamente todos los días desde el martes.

A pesar de las elevadas cifras, el Gobierno garantiza que más de 7,4 millones de personas se han recuperado de la enfermedad, lo que representa el 87,3% del total. Otros 866.598 pacientes siguen bajo supervisión médica en hospitales o en sus casas, después de haber dado positivo.

La situación sigue siendo crítica en 13 regiones del país, incluida la Amazonia, cuya capital, Manaos, se está derrumbando debido a la falta de oxígeno y de camas hospitalarias, según Lusa.

A pesar de la gravedad de la situación, el Gobierno del Presidente Jair Bolsonaro llevó a cabo las pruebas Enem, un examen que permite el ingreso a la educación superior y en el que participaron unos 5 millones de estudiantes.

La Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria de Brasil (Anvisa, el organismo regulador brasileño) autorizó este domingo el uso de emergencia de las vacunas del laboratorio chino Sinovac y del anglosajón AstraZeneca.