"El gobierno persiste en seguir ignorando la especificidad de la actividad turística en general y del Algarve en particular, adoptando medidas que no se ajustan ni responden a las necesidades reales de las empresas del sector", se lee en un comunicado enviado a The Portugal News.

"El gobierno impone, por un lado, medidas restrictivas al funcionamiento de los hoteles y desarrollos turísticos, como el cierre parcial de restaurantes y bares, obligados a operar en régimen de "room service", restricciones a la circulación de personas, etc. y, por otro lado, sigue insistiendo en que las empresas hoteleras y turísticas iniciaron la recuperación progresiva en julio / agosto del año pasado.

"El despido simplificado, por ejemplo, sólo es aplicable a las empresas que se ven obligadas a cerrar por imposición legal, dejando a los hoteles fuera del alcance de este apoyo, ya que los hoteles tienen grandes dificultades para demostrar las pérdidas de ingresos, ya que los meses comparativos registraron ingresos muy elevados".

Continúa la declaración: "En este contexto, las normas más elementales de justicia, sentido común e interés público exigen que el despido simplificado se extienda inmediatamente al sector de alojamiento turístico, ya que las empresas apoyan, en el marco actual, (Apoyo a la Recuperación Progresiva), una parte importante de los salarios de los trabajadores y el 50% de la UAT".

La AHETA recuerda que la actividad turística en el Algarve está prácticamente inactiva desde octubre de 2019, es decir, desde hace más de 15 meses, y esperan que esto continúe durante un período de tiempo indefinido.

Según la AHETA, las medidas ahora aprobadas ignoran la realidad de los hoteles y empresarios turísticos, ya que no permiten al sector hotelero y turístico el acceso al despido simplificado y, por lo tanto, la suspensión de los contratos de trabajo y la exención de la Tasa Única Social (TSU), obligando a las empresas a rescindir los puestos de trabajo.

Para AHETA, está en juego la necesidad urgente e inmediata de un apoyo financiero directo y consistente al sector empresarial turístico.

"El gobierno puede no querer tratar una enfermedad crónica con aspirina. Una enfermedad grave y prolongada, como la covid-19, no puede ser curada con tratamientos a corto plazo. El gobierno no puede seguir anunciando medidas durante tres meses cuando el problema, como todos sabemos, no sólo dura casi un año sino que continuará durante bastante tiempo, al menos en lo que respecta a las consecuencias de la pandemia.

"Sin este apoyo, muchas empresas se derrumbarán y el resto serán demasiado débiles y frágiles para responder a los desafíos competitivos en la fase de recuperación, ya que se descapitalizarán y habrán perdido activos preciosos, como recursos humanos cualificados, conocimientos técnicos de gestión y conocimientos", concluye la declaración.