En las elecciones presidenciales con la mayor abstención desde el 25 de abril, celebradas en el momento más grave de la expansión del covid-19 en Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa se presentó a la votación como "el más responsable del Estado y, en esa medida, de la gestión de la pandemia, como destacó en su discurso de victoria, pronunciado en la Facultad de Derecho de la Universidad de Lisboa, donde fue estudiante y profesor.

El profesor jubilado de 72 años, que se presentó a las elecciones como jefe de Estado, formalmente apoyado por el PSD y el CDS-PP, fue reelegido con 2.533.799 votos, mientras que los resultados aún están por obtenerse en tres estaciones.

A diferencia de sus predecesores Aníbal Cavaco Silva y Jorge Sampaio, que perdieron votos en sus respectivas reelecciones de 2011 y 2001, Marcelo Rebelo de Sousa superó los 2.413.956 que había obtenido en 2016, correspondientes al 52% del total de votos emitidos.

Este resultado se logró en unas elecciones en las que el PS, en el Gobierno, optó por no declarar el apoyo a ningún candidato, pero aprobó una moción en la que hace una "valoración positiva" del primer mandato de Marcelo Rebelo de Sousa, a pesar de que hay una socialista en la carrera, la diplomática y ex eurodiputada Ana Gomes.

El récord de votos y porcentaje en las elecciones presidenciales fue alcanzado por Mário Soares en su reelección en 1991: 3.459.521 votos, correspondientes al 70,35% del total de votos emitidos.

Interrogado el domingo por la noche, fuera de su casa, en Cascais, si se sentía frustrado por no alcanzar estos valores, Marcelo Rebelo de Sousa reiteró que el fundador del PS "es irrepetible en la democracia portuguesa" y subrayó que Soares "tenía el apoyo de los dos mayores partidos, uno de los cuales valía el 50% en ese momento, el PSD", cuando volvió a presentarse.

Al final de la noche electoral del domingo, en la Facultad de Derecho de la Universidad de Lisboa, afirmó "tener la idea de que los portugueses, al reforzar su voto, quieren más y mejor en la proximidad, en la convergencia, en la estabilidad, en la construcción de puentes, en la demanda, en la justicia social, y más urgentemente en la gestión de la pandemia".

"He comprendido ese signo y aprenderé las lecciones de él", añadió.

Marcelo Rebelo de Sousa, quien dirigió el PSD de 1996 a 1999 y fue comentarista político en la televisión durante 15 años, asumió como jefe de estado el 9 de marzo de ese año, sucediendo a Aníbal Cavaco Silva.