El Algarve cuenta con un total de 29 escuelas que han permanecido abiertas para acoger a los hijos de los padres que son trabajadores clave. Además del apoyo a estos niños, algunos grupos escolares siguen proporcionando comidas a los alumnos y a las familias vulnerables cubiertas por los servicios sociales o de bienestar escolar que se encuentran en casa. Entre ellas se encuentran las escuelas de Faro y São Brás, donde se reforzó el número de alumnos, ya que el ayuntamiento prevé un aumento del número de familias que necesitan ayuda, dado el empeoramiento del contexto económico y social.