Los datos figuran en el Informe Mundial sobre la Trata de Personas 2020 de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD) y, en el caso de Portugal, reflejan los años 2014 a 2018, durante los cuales se identificaron 356 personas como víctimas de la trata de personas.

El informe de Naciones Unidas recopila datos oficiales portugueses y muestra que durante ese periodo el género masculino fue el dominante entre las víctimas en estos cinco años analizados, especialmente en 2016, cuando se identificaron 105 hombres víctimas de trata.

En total, 221 hombres fueron identificados entre 2014 y 2018, y estos datos han sido actualizados hasta julio de 2019.

En estos años también se registraron 84 mujeres víctimas, además de 33 niñas, 14 niños y otros cuatro casos de menores cuyo sexo se desconoce.

En total, en estos cinco años, Portugal ha identificado 356 víctimas de la trata de personas.

La mayor parte de estas personas fueron objeto de trata para el trabajo esclavo (268), casi la mitad de ellas (123) solo en 2016, y también hubo cuatro casos de adopción ilegal en 2018, mendicidad forzada (7), o 33 casos en los que las víctimas fueron obligadas a prostituirse.

En cuanto a la ciudadanía y mirando solo a 2018, hubo 35 ciudadanos moldavos que fueron víctimas de la trata, además de 11 portugueses y cinco angoleños.

"En 2018, 11 ciudadanos portugueses fueron repatriados desde otros países identificados como víctimas de la trata de personas", señala el informe.

Y si el género masculino es el dominante entre las víctimas, también lo es entre los presuntos delincuentes, ya que 20 de las 27 personas identificadas en 2018 eran hombres. En el total de cinco años, 150 personas fueron identificadas como sospechosas de esta actividad delictiva.

Estas cifras se refieren a 249 casos registrados entre estos años, sin embargo, si en el caso de las víctimas de trata hubo un aumento del 42,5 por ciento entre 2017 y 2018, ya que se pasa de 40 casos a 57, cuando se observa el número de personas detenidas, identificadas o puestas a disposición judicial, la tendencia es la contraria, con un descenso del 10 por ciento entre las 30 personas registradas en 2017 y las 27 del año siguiente.

Según el informe, en 2017 hubo nueve personas acusadas de trata de seres humanos y ocho personas efectivamente condenadas, y las autoridades portuguesas revelaron que la mayoría de los condenados eran ciudadanos portugueses.

Portugal se agrupa en los países del sur de Europa, donde este fenómeno tiene una expresión diferente entre los distintos países, ya que la mayoría de las víctimas identificadas son mujeres, aunque los casos entre hombres y jóvenes están aumentando.

En la mayoría de los casos, estas personas son objeto de trata con fines de explotación sexual y la mayoría de los traficantes son hombres.