En una nota de análisis sobre el sector del turismo en Portugal, la agencia de calificación financiera DBRS Morningstar anticipa "otro año difícil" para la actividad, debido a la gravedad de la crisis pandémica mundial, el retraso de las vacunas en Europa y la prolongación de las restricciones a los viajes.

"Dada la importancia del sector turístico para Portugal, esto probablemente retrasará la plena recuperación económica del país", considera el informe.

Aun así, DBRS sostiene que "el choque del covid-19 será temporal y no debería provocar cambios estructurales en el sector turístico portugués".

"Aunque esta crisis tendrá inevitablemente graves consecuencias para muchos trabajadores y empresas, en particular las más expuestas a esta actividad específica, se espera que la demanda turística en Portugal vuelva a los niveles anteriores a la pandemia", reza la nota de análisis.
Según la agencia, "las características que, antes de la crisis, hacían a Portugal atractivo para los visitantes a nivel mundial se mantendrán durante mucho tiempo después de la pandemia".

En su análisis del sector turístico portugués, DBRS recuerda que, entre 2010 y 2012, Portugal recibió una media de 14 millones de no residentes al año, cifra que alcanzará los 27 millones de personas en 2019.

Esta casi duplicación de las llegadas de turistas en menos de una década ha permitido que los ingresos del sector del alojamiento turístico casi se tripliquen, de modo que, al final de la década, el turismo y las industrias relacionadas representaban el 17% del Producto Interior Bruto (PIB), el 19% del empleo y el 20% de las exportaciones totales.

En 2020, afectado por la pandemia, Portugal registró 10,6 millones de turistas y, aunque el turismo interno permitió cierta recuperación en los meses de verano, la falta de visitantes extranjeros contribuyó significativamente a la contracción económica del 7,6% registrada ese año.