En Portimão, un "taxi del amor" repartirá los regalos de los enamorados, (información aquí) y quien lo desee podrá enviar mensajes de amor, que se reproducirán por el sistema de sonido de una furgoneta puesta a disposición especialmente para este fin por el ayuntamiento.

"Hicimos un acuerdo con las dos cooperativas y el taxi va al lugar de la compra y lo entrega directamente al novio o a la novia y por eso lo llamamos el taxi del amor", dijo la presidenta del municipio, Isilda Gomes.

Según la alcaldesa, en un momento en que la pandemia del covid-19 genera "tanta falta de afecto", la iniciativa no sólo beneficia a los enamorados, sino también a los negocios locales y a las empresas de taxis, dijo, revelando que le gustaría que los enamorados hicieran "muchos pedidos para dar trabajo a los taxistas".

Alrededor de Faro, algunos restaurantes están destacando las comidas picantes, ofreciendo un menú especial afrodisíaco de San Valentín, pero sin olvidar que el cierre hace más complicado un momento romántico sólo para dos.

El Restaurante Portas de São Pedro, en el centro de la ciudad, propone disfrutar de la comida sin preocupaciones, ya que la entrega y el vino corren a cargo de la casa, con la posibilidad de incluir un menú infantil suplementario.

También en Faro, el Restaurante Alameda propone para el día de San Valentín un menú con delicias del Algarve que luego pueden ser entregadas a domicilio, dijo a Lusa su propietario Rui Sequeira.

Rui Sequeira afirmó que la acogida de la oferta "superó las expectativas" y que está cerca de alcanzar los "40 pedidos" para los dos días del fin de semana, lo que demuestra que la gente "está cansada de cocinar en casa y busca una experiencia diferente".

En la capital del Algarve, el Hotel Faro decidió hacer una excepción a su opción de no servir comida para llevar y sustituyó la habitual cena de San Valentín por dos ofertas gastronómicas: un "brunch" especial para el domingo y comidas temáticas para el viernes y el sábado, todas ellas a domicilio.

La directora general del hotel, Sofía Hipólito, reveló a Lusa que la aceptación de los clientes "fue sorprendente", ya que los pedidos del brunch "se agotaron rápidamente", llegando a un centenar.