Es un momento para celebrar el amor y una leyenda con tradición, pero ¿de dónde viene el día de San Valentín y qué tradiciones tienen los portugueses al celebrar este día del amor?

Fue en el siglo III cuando vivió el emperador romano Claudio II. Estaba obsesionado con crear para el Imperio un ejército cada vez mayor y más fuerte, por lo que prohibió los matrimonios, para que los jóvenes soldados que partían a las batallas no crearan fuertes lazos familiares. Se dice que un sacerdote cristiano, llamado Valentín, se encontraba entre los que no estaban de acuerdo con esta orden y que, en absoluto secreto, seguía casando a la gente. No tardó en ser descubierto y, por orden del emperador, fue detenido y condenado a muerte. Hasta su ejecución, recibió flores y cartas enviadas como muestra de apoyo y consideración por su conducta. El carcelero que lo custodiaba tenía una hija ciega, llamada Arteria, que ansiaba conocer al mártir que celebraba el amor. Tanto es así que insistió a su padre para que le permitiera visitar al sacerdote. Se conocieron y se enamoraron, hasta el punto de que la chica recuperó milagrosamente la vista. Y el sacerdote cristiano firmó su carta de amor de "tu San Valentín", como se sigue utilizando hoy en día en algunos países. Lamentablemente, fue ejecutado el 14 de febrero del año 270.

El 14 de febrero, día en que se celebra la fiesta de San Valentín, era, en la antigua Roma, la víspera del comienzo de la fiesta pagana anual de la Lupercalia, que honraba a la diosa de las mujeres y del matrimonio y al dios de la naturaleza". Sin embargo, en 1969, la Iglesia católica dejó de celebrar esta fiesta. Lo que se sabe hoy es que ya en la Edad Media se empezó a considerar este día de febrero como el Día de San Valentín, porque se decía que era el primer día de apareamiento de las aves en el hemisferio norte, e indicaba el comienzo de la primavera. Entonces se acostumbraba a dejar mensajes escritos a mano a los enamorados en la entrada de su puerta.

Los ingleses y franceses celebran este día desde el siglo XVII y en el siglo siguiente la fiesta llegó a Estados Unidos. A partir de 1840, se convirtió en tradición enviar tarjetas impresas con mensajes de San Valentín o con dibujos de Cupidos. En el siglo XX, esta costumbre se globalizó y con el acontecimiento de las nuevas tecnologías digitales, casi se puede decir que se ha hecho viral.

Además de celebrarlo regalando flores o chocolate, una importante tradición portuguesa de San Valentín es la "Cantarinha dos Namorados" de Guimarães, que celebra el día de San Valentín manteniendo la tradición. La "canción de San Valentín" está hecha de arcilla, por las manos de los alfareros. Según la tradición, cuando un chico estaba dispuesto a hacer la propuesta oficial de matrimonio, primero ofrecía a su novia una cancioncilla, moldeada en arcilla. La cancioncilla también tenía la función de guardar los regalos que los padres de la novia y del novio ofrecían durante el compromiso. Hoy en día las cancioncillas ya no sirven para pedir matrimonio, sino que se asumen como guardianes de historias de amor y, quien las ofrece, lo hace por simbolismo y no con su finalidad inicial.

Otra tradición son las Bufandas de San Valentín que están más asociadas a Viana do Castelo, sin embargo, esta tradición de bordado está presente de forma significativa en todo el Minho, Viana, Vila Verde, Telões, Guimarães y Aboim da Nóbrega donde las Bufandas de San Valentín o Bufandas Marcadas, bordadas, son tradición. La niña minhota empieza a aprender a bordar desde muy joven. Era costumbre que este arte se enseñara desde el principio para que, nada más entrar en la adolescencia, comenzaran a preparar su ajuar. En el pañuelo se expresaban los sentimientos que invadían sus almas. Los pañuelos bordados eran utilizados el domingo, por las muchachas enamoradas, en la falda o en el bolsillo del delantal. Más tarde, cada muchacha lo ofrecía sólo al muchacho que amaba, como compromiso de amor. Ellos, a su vez, lo llevaban al cuello o lo metían en el bolsillo de su traje dominical.


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Following undertaking her university degree in English with American Literature in the UK, Cristina da Costa Brookes moved back to Portugal to pursue a career in Journalism, where she has worked at The Portugal News for 3 years. Cristina’s passion lies with Arts & Culture as well as sharing all important community-related news.

Cristina da Costa Brookes