La recomendación presidencial de limitar los niveles de ruido más allá de las restricciones existentes en el último decreto que regula el estado de emergencia ha caído en saco roto. En la actualidad, los vecinos ruidosos sólo pueden justificar una visita de la policía entre las 11 de la noche y las 7 de la mañana, pero el presidente pretendía que se impusiera un límite adicional entre las 8 de la mañana y las 8 de la tarde para salvaguardar a los trabajadores y estudiantes en remoto. Otra recomendación, que pedía un calendario fijo y una vuelta a la escuela escalonada, tampoco logró entrar en el decreto ley definitivo del gobierno.