El jefe del grupo de trabajo de vacunación, que asumió el mando este mes después de que su predecesor dimitiera en una controversia sobre el saltarse las colas de vacunación, dijo que el 90% de las dosis se destinaría a personas mayores de 80 años o a mayores de 50 años con problemas de salud preexistentes. Tras las protestas, las autoridades aclararon que los bomberos y la policía que están en primera línea de la pandemia seguirían estando en la lista de prioridades.