Más de 50 policías federales cumplieron cinco órdenes de detención -dos preventivas y tres temporales- y 14 órdenes de registro e incautación emitidas por el 2º Tribunal Federal de la Sección Judicial de Salvador.

Se trata de la Operación Ikaro II, la segunda fase de la Operación Ikaro, desatada en las ciudades de Salvador, Lauro de Freitas y Porto Seguro, en Bahía, y en Ponta Porã, en el estado de Mato Grosso do Sul, en la frontera con Paraguay.

Según la Policía Federal, el modus operandi del grupo consistía en cooptar "mulas" [nombre que reciben las personas utilizadas por los narcotraficantes para transportar la droga] para llevarlas en vuelos comerciales con destino a Europa, normalmente ocultando la droga en su equipaje.

En este sentido, entre enero y febrero del año pasado, las autoridades brasileñas realizaron siete detenciones flagrantes en los aeropuertos internacionales Luís Eduardo Magalhães, en Salvador, y Galeão, en Río de Janeiro.

"En la mayoría de los casos, se trataba de parejas que intentaban transportar cocaína a Lisboa, Portugal, oculta en sus maletas", explicó la PF en un comunicado.

"La similitud del modo de acción y de las circunstancias llevó a identificar la implicación de la misma organización criminal en todos los casos, cuyos miembros están siendo objeto de las medidas judiciales cumplidas en la presente fecha", añadió la policía.

Según las autoridades, los investigados serán procesados por los delitos de organización criminal y tráfico internacional de drogas.

El tribunal federal brasileño también ordenó el bloqueo de los fondos depositados en cuentas bancarias a nombre de 11 personas investigadas.

A pesar de no tener producción propia de cocaína, Brasil es uno de los principales puntos de paso de la droga desde otros países latinoamericanos hacia Europa, y Portugal se ha convertido en una de las puertas de entrada de la droga al continente europeo.

El 2 de marzo, el ministro de Asuntos Exteriores brasileño declaró a Lusa que la prioridad de su país era aumentar la cooperación con Europa contra el narcotráfico, pero negó que el país fuera el problema en las rutas hacia el continente europeo.

Preguntado por la reciente incautación, en Bahía, de más de 500 kilogramos de cocaína en el fuselaje de un avión privado con destino a Portugal, en cuya lista de pasajeros figuraba João Loureiro, ex presidente de Boavista, el ministro Ernesto Araújo subrayó que la Comunidad de Países de Lengua Portuguesa (CPLP) también debería realizar un mayor esfuerzo conjunto en la lucha contra el crimen organizado.