LaNutrición Clínica Funcional es considerada por algunos como la Nutrición del Siglo XXI, ya que tiene un enfoque dinámico de prevención, y es complementaria al tratamiento de trastornos crónicos complejos, a través de la detección y/o corrección de desequilibrios nutricionales, como los que se producen en las enfermedades crónicas.

Además, la Nutrición Clínica Funcional aborda la salud como una vitalidad positiva, es decir, la salud no es simplemente la ausencia de enfermedades crónicas degenerativas no comunicativas, es la búsqueda del estado de salud física, mental y emocional, modulando todas las reacciones químicas en sinergia que contribuirán a alcanzar un estado óptimo de salud, mediante el uso de fitoquímicos y nutrientes a una dosis optimizada.

La Nutrición Clínica Funcional se centra en 5 principios básicos:

  • Individualidad bioquímica (no hay dos personas iguales)
  • Centrarse en el individuo y no sólo en la enfermedad
  • Optimización y sinergia entre nutrientes, fitoquímicos y su respectiva biodisponibilidad
  • Vía de interconexiones metabólicas
  • La salud como energía positiva

En la consulta de Nutrición Clínica Funcional se analizan los siguientes factores

  • Historia clínica personal y familiar
  • Historial médico nutricional
  • Análisis bioquímicos de laboratorio previos
  • Análisis epigenéticos (evaluar diversos desequilibrios bioquímicos/nutricionales/de resistencia de los distintos sistemas corporales a través de la biorresonancia capilar)
  • Funcionamiento intestinal (presencia/ausencia de disbiosis intestinal/colon
  • Síndrome de permeabilidad/malabsorción
  • Síntomas de hipersensibilidad alimentaria
  • Historial de medicación/suplementos alimenticios
  • Evaluación antropométrica (mediante bioimpedancia multicompartimental)
  • Plan dietético individualizado, con la intención de alcanzar el equilibrio nutricional, inmunológico, neurológico, endocrino y gastrointestinal
  • Prescripción de suplementos dietéticos siempre que sea necesario (probióticos/prebióticos, vitaminas y minerales, oligoelementos, ácidos grasos, etc.)

Se establece una prescripción alimentaria y un estilo de vida personalizados para cada individuo que, practicados como rutina, tienen la capacidad de restaurar y optimizar el funcionamiento interno del organismo.

Ejemplos de medidas complementarias para la nutrición clínica funcional

  • Disbiosis Intestinal: estudio cuantitativo de la flora intestinal residente, para la determinación de desequilibrios de la función intestinal: absorción/digestión/sistema inmunológico, etc. Aplicación clínica en Síndrome de Malabsorción/Colon Irritable/Flatulencia/Estreñimiento/Diarrea Leve, etc.
  • Brain Screen: análisis indicado para problemas de comportamiento/humor y cognitivos en niños/adultos/ancianos y aquellos que esperan optimizar su función cerebral. Aplicación en Déficit de Atención/Hiperactividad/Demencia/Alzheimer, entre otros.
  • Hipersensibilidad alimentaria (A200): análisis que determina cuáles son los alimentos con potenciales reacciones anormales que alteran el funcionamiento de diversos sistemas, como el gastrointestinal/neurológico/respiratorio, etc. También adquiere especial importancia ante un cuadro de resistencia de peso/retención de líquidos.

Esta área de la Nutrición Clínica, científicamente válida, contribuye a la mejora, recuperación y mantenimiento del estado de salud del individuo, cuando sus necesidades nutricionales están desequilibradas, ampliando el área de conocimientos y recursos ya existentes, a la vez que contribuye a la aparición de generaciones más sanas. Alimente su salud. Adopte una Nutrición Funcional.

En el Grupo de Salud HPA la Consulta de Nutrición Funcional es realizada por la Dra. Ana Rita Horta.