"El pleno de los trabajadores tomó esta decisión porque no acepta el recurso ilegal a la adaptabilidad de las horas por parte de la empresa, que está aplicando escalas que no están reguladas, intentando mantener la mano de obra continua de forma más barata", dijo a la agencia Lusa José Eduardo Andrade, líder del Sindicato de Trabajadores Agrícolas y de las Industrias de Alimentación, Bebidas y Tabaco de Portugal (SINTAB).

Según el dirigente sindical, en junio de 2020, con el pretexto de la pandemia, Super Bock propuso adelantar el fin del convenio laboral continuo en el área de la fabricación, lo que representaba "una pérdida sustancial de ingresos para los trabajadores".

Con el fin del convenio, que no debería terminar hasta abril de 2021, sólo la mitad de los trabajadores están obligados a trabajar de forma continua, el resto, aunque trabajan a turnos, no están obligados a trabajar los fines de semana y los días festivos.

Así que han optado por hacer huelga en esos momentos, para estar bien protegidos y poder negarse a trabajar esos días o a hacer horas extras.

"Es porque la empresa también pretende imponer 42 horas de trabajo a la semana cuando es necesario, cuando el horario es de 39 horas, creando un banco de horas ilegal, y despidiendo trabajadores cuando no son tan necesarios, dado que la producción tiene su pico en el verano", dijo José Andrade.

Ante la falta de voluntad de los trabajadores, Super Bock decidió implementar unilateralmente a partir del 1 de abril horarios y turnos que penalizarán a los empleados, dijo también el dirigente de SINTAB.

Según el dirigente sindical, los primeros efectos de la huelga deberían notarse durante el fin de semana de Pascua.