Se creó una página de Facebook en la que la gente podía publicar cosas que ya no necesitaban y éstas se ponían en contacto con familias que las necesitaban y se las transportaban.

Al principio, estas donaciones solían ser de ropa, material para bebés y pequeños artículos domésticos. A medida que la organización benéfica se hizo más conocida, se ofrecieron artículos más grandes, de modo que cada donación podía consistir en una sola pieza o en el contenido de una villa entera.
Se reclutaron más voluntarios y esta labor siguió creciendo.

Cualquier familia necesitada podía pedir ayuda, pero teníamos especial interés en ayudar a aquellas familias que estaban en crisis. Podía tratarse de una familia que había sufrido un incendio en su casa, que había abandonado una relación abusiva o en la que existía una amenaza real de que los niños fueran acogidos por falta de recursos.

A medida que el trabajo avanzaba, pasamos a ayudar a los padres a encontrar trabajo, a buscar una vivienda y a fomentar su propia autoestima e independencia.

El grupo también comenzó a apoyar a las personas sin hogar llevando comida, ropa, etc. a las calles, haciendo amistad y apoyando a algunas de las personas más vulnerables de la comunidad.

Siempre hemos trabajado en colaboración con otros grupos benéficos porque creemos que, trabajando juntos, podemos conseguir más para los que más lo necesitan. En concreto, hemos trabajado con Arm in Arm, una de nuestras organizaciones benéficas asociadas, así como con comedores sociales y organizaciones de recaudación de fondos.

Cualquiera puede pedir ayuda por mensaje privado sabiendo que respetamos su confidencialidad y, aunque las familias son libres de publicar en la página de Facebook, no revelamos nombres ni utilizamos fotografías, por lo que nadie debe preocuparse por ponerse en contacto con nosotros.