Los datos del Programa Nacional de Diagnóstico Precoz, más conocido como "prueba del talón", indican que en este primer trimestre se estudiaron 18.226 recién nacidos, en plena pandemia de covid-19, la cifra más baja desde 2015.

En relación con el mismo periodo de 2020, se examinaron 2.898 bebés menos (-13,7%), según datos del Instituto Nacional de Salud Dr. Ricardo Jorge.

"Si se produce este descenso, y si el valor se mantiene, podemos estar ante el valor mínimo histórico de nacimientos en Portugal, es decir, por debajo de 80.000 en el año 2021", dijo Maria João Valente Rosa.

Según la demógrafa, "ni siquiera en el período de la crisis financiera, cuando los nacimientos en Portugal disminuyeron significativamente, hubo una disminución tan marcada".

Los nacimientos registrados en el primer trimestre de este año fueron de niños concebidos entre abril y junio de 2020, en un momento en el que la pandemia de covid-19 era "muy fuerte", lo que se refleja en la tasa de natalidad.

"Los datos reflejan los nueve meses anteriores de 2020 que tienen un impacto en 2021 y que de alguna manera va a continuar porque la pandemia no ha terminado mientras tanto", dijo, subrayando que todos los bebés nacidos en 2021 fueron concebidos durante "todo un período marcado por la pandemia".

Para la demógrafa, lo que puede estar en juego con esta situación es "un fuerte aplazamiento" del proyecto de paternidad porque "las personas que pensaban concebir un hijo se vieron atrapadas en un momento muy crítico".

"Los hijos no se conciben por casualidad, están muy planificados, y son muy deseados, la mayoría de las veces, y hay una planificación muy fuerte", pero cuando las circunstancias y el entorno se vuelven "muy inseguros" este deseo se pospone.

Como razones de este aplazamiento, Maria João Valente Rosa señaló las "grandes incertidumbres en relación con el futuro, sobre todo en términos profesionales y laborales, y la inseguridad también asociada al seguimiento durante el periodo de gestación".