Las conclusiones del estudio, dirigido por los investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Minho (UMinho) Pedro Morgado y María Picó-Pérez, al que tuvo acceso Lusa, indican que el consumo de "juegos de azar" y de cannabis también registró un aumento desde el encierro iniciado en marzo de 2020 hasta el iniciado en enero de 2021.

La misma investigación destaca la "adaptación" a los encierros a medida que se producía, ya que en ambos los niveles de estrés, ansiedad y síntomas depresivos, que alcanzaron idénticos niveles en 2020 y 2021, fueron "disminuyendo con el tiempo".

"Este fenómeno replica la reacción con adaptación que ya se había observado en el primer encierro", concluyen los investigadores.

En cuanto a los hábitos de los encuestados, la investigación señala un aumento del consumo de tabaco y de "comida basura" (12,8 por ciento ambos) entre el primer y el segundo confinamiento. El consumo de alcohol también tuvo un "particular incremento" (11,2 por ciento), siendo "especialmente notable entre los hombres, que aumentaron su consumo de bebidas alcohólicas en un 22,6 por ciento".

El consumo de bebidas energéticas aumentó un 6,3 por ciento, el consumo de juegos de azar aumentó un 2,3 por ciento y el consumo de cannabis aumentó en un 1 por ciento de los participantes".

Por otro lado, los síntomas obsesivos (medidos, por ejemplo, por el exceso de lavado de manos), señala el texto, "han disminuido sistemáticamente desde el inicio de la pandemia, mostrando valores significativamente menores en 2021 que los observados en marzo de 2020."

"A pesar de tener más conocimientos sobre el virus y estar mejor preparados para las dificultades del confinamiento, también estamos más cansados y vimos decepcionada la expectativa de que 2021 sería mucho mejor que 2020", dice Pedro Morgado.

Según el investigador "el ser humano tiene una extraordinaria capacidad de adaptación y que, a pesar de las adversidades, los síntomas se redujeron a lo largo del confinamiento".

La investigación también señala que en febrero de 2021 más del 20 por ciento de la muestra tenía consultas continuas de salud mental, por lo que Pedro Morgado destaca la importancia de las medidas de prevención conductual y el seguimiento de las conductas adictivas.

"Estos son siempre mecanismos 'desadaptativos' de gestión del sufrimiento", señala.

El estudio que ahora se da a conocer forma parte de un proyecto financiado por la Fundación para la Ciencia y la Tecnología.

Los datos se recogieron en marzo y abril de 2020 y en febrero y marzo de 2021, y en 2020 la muestra estaba formada por 2.042 personas de las que 624 respondieron también en 2021.