Si no hay "mayor cuidado y planificación", el resultado "puede ser desastroso", subrayó la organización ecologista.

Zero - Associação Terrestre Sustentável denunció que tres de los proyectos presentados merecen la desaprobación, "por su tamaño y el tipo de área afectada o por la extensión de las líneas de muy alta tensión", y en cinco hay "aspectos que era importante cuidar mucho".

"Cero ve con gran recelo esta nueva carrera por la instalación de parques solares fotovoltaicos, algunos de ellos de gran tamaño, en los que la selección de emplazamientos recae en gran medida sobre zonas forestales, en primer lugar porque, con la destrucción de bosques, los beneficios ambientales que se derivan de la instalación pueden no ser superiores al mantenimiento de la zona forestal", subraya la organización ecologista, en la misma nota.

Según la asociación, de los nueve proyectos, sólo uno tiene la intención de instalar la planta en una "zona de concesión para la explotación de recursos geológicos" y algunos requieren superficies continuas que "alcanzan más de mil hectáreas".

Aunque ZERO considera "positiva para el país" la intención de invertir en energía solar fotovoltaica, para que Portugal pueda alcanzar "la neutralidad climática en 2050", es fundamental evitar "impactos y conflictos", como afirma que ha ocurrido con la expansión de la energía eólica "en zonas sensibles".

Cero subraya que, entre las zonas con alcornoques dispersos, otras frondosas, pino marítimo y piedra y eucaliptos, son "más de 2.200 hectáreas de superficie forestal las que se verán afectadas con la instalación de plantas fotovoltaicas", lo que corresponde al "63 por ciento de la superficie a intervenir".

Según la asociación para la defensa del medio ambiente, esta superficie, que equivale a una potencia de 2,4 gigavatios (GW), es "una alerta", teniendo en cuenta el objetivo de alcanzar más de 9 GW de energía solar en 2030.

La asociación afirma, en el mismo comunicado, que teniendo en cuenta las necesidades extraordinarias relacionadas con la producción de hidrógeno verde, "el valor puede acercarse o superar las 10.000 hectáreas, una superficie equivalente al municipio de Lisboa".

La organización de protección del medio ambiente defendió la realización de "estudios urgentes sobre el impacto de las plantas en la fauna, en particular en la avifauna", ya que la instalación de líneas eléctricas provoca mortalidad, "resultante de la colisión con los conductores aéreos".

En la misma nota, Cero subraya que "es imprescindible mejorar el acceso a la información sobre los proyectos que están consultando los vecinos de las zonas donde se pretenden instalar las plantas fotovoltaicas", teniendo en cuenta las "numerosas quejas que llegan" a la asociación en este sentido.

Las nueve plantas solares fotovoltaicas están previstas para los municipios de Viseu (Central Solar Fotovoltaica [CSF] Lupina), Vila Nova de Paiva (CSF Adomingueiros y Nave), Alenquer y Azambuja (CSF Cerca), Alenquer (CSF Carregado), Azambuja (CSF Rio Maior y Torre Bela), Niza (CSF Falagueira), Albufeira (CSF Montechoro I y II), Santiago do Cacém (CSF THSiS) y Moimenta da Beira y Armamar (CSF Douro Solar)