Ambas comarcas han bajado por debajo de los 120 casos por cada 100 mil habitantes, hace 14 días, desde el pasado jueves, lo que les permitirá "saltar" a la cuarta fase de la flexibilización del bloqueo.

En total, son cuatro los municipios que estaban paralizados o que tuvieron que retroceder ante la falta de definición para liberarse de las restricciones. Para Mariana Vieira da Silva, ministra de Estado responsable de la sesión informativa, la evolución de estos municipios "demuestra que la estrategia de actuar localmente y con convicción es una estrategia que funciona".

"Cuando miramos a Portimão, que ahora tiene 68 casos por cada 100 mil habitantes, cuando hace una semana eran más de 120, significa que las medidas funcionaron", dijo la ministra.

Siempre en el Algarve, Vila Real de Santo António, que estaba bajo alerta, ha salido de esta zona, habiendo bajado de 120 casos por cada 100 mil habitantes. Lagos, en cambio, sigue bajo la amenaza de volver a estar en bloqueo.

Donde no habrá cambios es en las dos parroquias de Odemira, donde existe un cerco sanitario que se mantendrá, "pero con condiciones que permitan el acceso al trabajo". Así, las parroquias de São Teotónio y Longueira-Almograve siguen estando sujetas a las normas de la fase del 15 de marzo.

También en el Bajo Alentejo, Beja y Vidigueira están bajo aviso.

En el Consejo de Ministros se aprobó un decreto sobre las playas, que repite "en gran medida" las normas que se adoptaron el año pasado, entre ellas "la necesidad de utilizar mascarillas, en el acceso a cafés, restaurantes y residencias".