"Tras la fuga de un preso preventivo del EP de Aveiro el pasado domingo, el SNCGP [Sindicato Nacional do Corpo da Guarda Prisional] viene, una vez más, a alertar sobre [la] insuficiencia de personal en el Cuerpo de Guardias de Prisiones, una realidad que no puede seguir siendo ocultada. Actualmente faltan un total de 820 guardias para garantizar la seguridad y el buen funcionamiento de las prisiones portuguesas", dijo el SNCGP.

En un comunicado enviado a la agencia de noticias Lusa, el sindicato añade que a pesar de que el mapa de personal de la Dirección General de Reinserción y Servicios Penitenciarios (DGRSP) "prevé 4.977 puestos para el Cuerpo de Vigilantes Penitenciarios, la realidad es que actualmente sólo se cubren 4.177 puestos, y de ellos, no todos están asignados a funciones directamente relacionadas con los presos".

"Esta realidad reduce significativamente la proporción entre guardias e internos. Es decir, nuestros Establecimientos Penitenciarios están funcionando con 820 vigilantes menos, hecho que condiciona y dificulta gravemente el cumplimiento de la misión de los funcionarios de prisiones, además de acentuar el riesgo inherente a la profesión", advierte el Sindicato Nacional de los Cuerpos de Vigilantes de Prisiones, presidido por Carlos Sousa.

En una respuesta enviada a Lusa, la DGRSP afirma que a las 15:15 horas del domingo 2 de mayo "un preso se fugó del Centro Penitenciario de Aveiro", y añade que tiene 23 años y está pendiente de juicio por delitos de robo y coacciones.

"Se han realizado todas las comunicaciones exigidas por la ley y se están realizando gestiones para su recaptura. A nivel interno, se está llevando a cabo un proceso de investigación por parte del Servicio Central de Auditoría e Inspección, coordinado por un fiscal, para conocer las circunstancias en las que se produjo el suceso", ha señalado la DGRSP.

El preso fugado es el hombre que, en diciembre del año pasado, secuestró a un taxista en Fundão, distrito de Castelo Branco, y, bajo la amenaza de una escopeta y un cuchillo, obligó al conductor a conducir hasta Braga.

El taxi fue finalmente interceptado en la madrugada del 24 de diciembre por soldados de la GNR en la zona de Aveiro, cuando circulaba por la autopista 25 (A25).

A bordo del vehículo iban otro sospechoso, la esposa del ahora prófugo, ambos detenidos, y una niña de 2 años, hija del detenido y del preso que permanece en libertad.