Europa se esfuerza por crear un mercado digital único. El refuerzo de las normas de seguridad y la descentralización de los servicios financieros son algunos de los objetivos más importantes para los próximos años. Sin embargo, hoy en día cada Estado tiene sus propias tradiciones y preferencias de pago. El efectivo y las tarjetas de crédito son populares en la mayor parte del continente. Pero es imposible predecir qué sistema de pago digital podría convertirse en el líder paneuropeo en un futuro próximo. Los lectores de este artículo descubrirán qué opciones de pago gozan de mayor demanda en doce países europeos y cuáles son las diferencias entre ellas.

El poder del efectivo

Estas estadísticas proceden de un estudio realizado por el Banco Central Europeo. El 73% de las transacciones financieras europeas se realizan en efectivo. Las tarjetas representan el 24% de las operaciones. La gente tiende a utilizar el efectivo para las compras pequeñas y las tarjetas para las grandes. En términos de valor de las transacciones, el 41% corresponde a las tarjetas y el 48% al efectivo.

La facilidad de acceso al efectivo está disminuyendo. En 2016, el 94% de los encuestados la consideraba satisfactoria. Ahora, este indicador equivale solo al 89%.

En Malta, el 88% de las operaciones financieras se realizan en efectivo. En Chipre y España, los ciudadanos utilizan el efectivo para el 83% de las transacciones. En Portugal, el 81% de los pagos se realizan en efectivo. En otros países, esta proporción es inferior.

Cuando se planifica una transferencia internacional de dineroapenas se utiliza el dinero en efectivo porque supone demasiado esfuerzo y las comisiones son elevadas. Gracias a la creciente popularidad del comercio electrónico, la gente tiende a pedir productos del extranjero con más frecuencia. Para ello, necesitan carteras web, tarjetas bancarias y otras soluciones.

Las opciones de pago más comunes en Europa por país

En Bélgica, el líder es el sistema nacional Bancontact. Ha emitido más tarjetas que residentes hay en el país. Las tarjetas de débito Bancontact se utilizan para los pagos en los puntos de venta, en el móvil y en línea. Para realizar transacciones repetitivas, los propietarios de estas tarjetas pueden recurrir al adeudo directo SEPA. En cuanto a laSEPA no está tan extendida como las tarjetas de débito (Maestro) y las de crédito (Visa/Mastercard y Amex).

Los franceses siguen siendo fieles a sus tarjetas bancarias nacionales, conocidas como Cartes Bancaires. Normalmente son de marca compartida con Visa o Mastercard.

El mercado alemán está fragmentado. Para las compras de comercio electrónico, los residentes de este país suelen utilizar la domiciliación SEPA, SOFORT y Giropay. En el comercio minorista, prefieren las facturas abiertas (lo que significa que un tercero paga los bienes y cobra al consumidor después de la entrega).

Los irlandeses consideran que las tarjetas de crédito son la opción de pago más conveniente. Visa es su firme favorita. Un consumidor típico tiene una o dos tarjetas. Sin embargo, la demanda de carteras web también está aumentando, siendo PayPal el pionero.

En Italia, los pagos por móvil son la solución más popular. Al pagar sus compras desde sus dispositivos móviles, los residentes de este país suelen utilizar los monederos web. Cada vez son más los particulares que prueban las tarjetas de prepago debido a sus costes mínimos y su excelente seguridad. La tarjeta de débito prepago más utilizada es Postepay, de marca compartida con Visa. Las tradicionales Visa y Mastercard también están muy extendidas.

Los holandeses optan por la domiciliación bancaria y el pago de facturas abiertas. Además, les encanta su sistema interbancario nacional iDEAL, que está cubierto por todos los principales bancos de consumo de los Países Bajos. Permite a los clientes utilizar sus cuentas bancarias para las compras por Internet. Por cierto, Holanda es el único país europeo donde ni Visa ni PayPal figuran entre los métodos de pago más habituales.

El sistema de banca online más popular en Polonia se llama Pay-by-links. Supone hasta el 75% del segmento de los pagos electrónicos. Muchos residentes suelen utilizar también el pago contra reembolso.

En Portugal, aproximadamente el 85% del total de las ventas corresponde a pagos MultiBanco. Se trata de un método de pospago que implica la generación de una referencia en la caja. Después, el cliente transfiere los fondos a través de la banca online o de un cajero automático, utilizando una tarjeta de débito. Portugal es el único país en el que Visa y Mastercard no consiguen situarse entre los tres métodos de pago más populares.

Rumanía es el país de Europa Central y Oriental con mayor proporción de pagos contra reembolso. Entre las tarjetas, Visa es la más utilizada. En el segmento de los pagos bancarios en línea, más del 40% de la cuota de mercado pertenece a tres entidades locales: Banca Transilvania, BRD y Banca Comerciala Romana.

Las tarjetas de crédito no son demasiado populares entre los rusos. Los residentes de este país suelen procesar los pagos a través de los cajeros automáticos y utilizar el dinero en efectivo a la entrega. Más de 40 millones de consumidores confían en la banca online y en las tarjetas de débito de Sberbank, el mayor banco nacional. Dos proyectos locales dominan el sector de los monederos web en Rusia: Qiwi y Yoo.Money. El primero cuenta con más de 150.000 terminales de pago offline. El segundo se conocía antes como Yandex.Money, pero luego fue adquirido por Sberbank y sufrió un cambio de marca.

En España, el número de cajeros por cada 1.000.000 de habitantes es uno de los más altos del continente. Más del 85% de los consumidores tienen al menos una tarjeta de crédito o débito. Todas las tarjetas son de marca compartida con Visa o Mastercard. Las tarjetas virtuales de prepago están ganando lentamente popularidad, pero todavía tienen un largo camino por recorrer para convertirse en una solución generalizada.

En el Reino Unido, un residente típico tiene entre 2 y 3 tarjetas de débito. Las compras por móvil y los monederos web también están muy extendidos, mientras que la banca online apenas existe.

Reflexiones finales

Las soluciones de pago más comunes en Europa difieren mucho según el estado. Para las compras ocasionales, la gente sigue utilizando el dinero en efectivo, pero cuando quiere comprar algo por Internet, confía en los pagos por móvil, los monederos web o las tarjetas. De momento, es difícil predecir qué solución de pago digital podría convertirse en el líder paneuropeo en un futuro próximo.