Los casos semanales en Europa descendieron desde un máximo de 1,7 millones a mediados de abril hasta unos 685.000 nuevos casos la semana pasada, lo que supone un descenso del 60 por ciento en un mes", dijo en una rueda de prensa virtual el director del departamento europeo, Hans Kluge.El responsable de la Organización Mundial de la Salud (OMS) consideró que "las vacunas son una luz al final del túnel, pero no se puede dejar que esa luz ciegue". "Estamos en la buena dirección, pero hay que seguir vigilando el virus que se llevó la vida de casi 1,2 millones de personas en esta región, lo que equivale a la población de Bruselas", la capital de Bélgica, dijo.

Con el levantamiento de las medidas restrictivas de los movimientos de la población y la sociedad, será necesario "redoblar los esfuerzos en la secuenciación [genética del virus para detectar variantes], el aislamiento [de las personas infectadas], el cribado de los contactos, la cuarentena y la vacunación" para "mantener el control y garantizar que la tendencia siga disminuyendo", recomendó."No hay riesgo cero", señaló, considerando que el avance actual "es frágil" y recordando que en al menos ocho países de la región europea, "la incidencia sigue siendo alta, por encima de los 150 casos por cada 100 mil habitantes, por lo que la pandemia aún no ha terminado". Las variantes conocidas y las posibles nuevas variantes son "una amenaza persistente" y plantean "nuevas incertidumbres", advirtió, en referencia a la que se detectó en la India y que está en la mitad de las casi cinco decenas de países de Europa.