En comparación con el 14 de junio, Portugal continental registra ahora 65 focos activos más, pero, a pesar del aumento, la DGS señala que estos datos "contrastan fuertemente" con el máximo registrado en febrero, cuando había 921 focos activos en Portugal continental.

Más de la mitad de los focos activos de Covid-19 se concentran en la región de Lisboa y Valle del Tajo, con 203, 35 más que los registrados el 14 de junio, mientras que la región Norte registra 49 focos, 19 más.

La región del Algarve registra 26 focos activos, tres más que el lunes, el Alentejo 16, tres más, y la región Centro 12, cinco más.

Según los datos de la DGS, 116 focos activos se encuentran en establecimientos de enseñanza y educación de los sectores público y privado (escuelas, enseñanza superior, guarderías y otras instalaciones sociales)

"En el momento de informar, había 666 casos de Covid-19 acumulados en estos focos activos, que afectan a estudiantes, profesionales y convivientes de los mismos, parte de los cuales ya se habrán recuperado", señala la autoridad sanitaria en respuesta enviada a Lusa

Asimismo, destaca que se trata de "un número sensiblemente inferior al de principios de año", durante el periodo en el que aún se desarrollaban actividades docentes, cuando se registraron 190 brotes.

También hay dos brotes activos en instituciones sanitarias con cuatro casos confirmados, señala la DGS, sin especificar las regiones en las que se encuentran.

También señala la existencia de seis brotes en residencias de ancianos, cinco de ellos en la región de Lisboa y Valle del Tajo y uno en la región del Algarve, correspondientes a 54 casos de Covid-19, parte de los cuales ya se han recuperado.

"También en este sector la reducción del número de brotes ha sido significativa. En febrero, Portugal registró el mayor número de brotes activos en residencias de ancianos: 405", dice la DGS, destacando que "la drástica disminución en este contexto demuestra la importancia que la vacunación ha tenido en el control de la pandemia y en la protección de la población más vulnerable".

Un brote activo está constituido por dos o más casos confirmados con una relación epidemiológica entre ellos en el tiempo y en el espacio. Sólo después de que hayan pasado 28 días desde la fecha de diagnóstico del último caso confirmado (dos periodos de incubación sin nuevos casos) se considera que el brote está cerrado.