El estudio fue realizado por la consultora KPMG para Philip Morris International sobre el consumo y los flujos de cigarrillos ilegales en 30 países europeos -los 27 Estados miembros de la Unión Europea (UE), más el Reino Unido, Noruega y Suiza- y publicado en Portugal por Tabaqueira, filial de ese grupo. Este comportamiento del consumo ilícito corresponde, según el informe de KPMG, "a una pérdida de ingresos fiscales para el Estado portugués del orden de 70 millones de euros (27 millones menos que en 2019)".

El comunicado emitido sobre el estudio señala que el comportamiento en el mercado europeo fue diferente y, mientras que el consumo total de cigarrillos continuó disminuyendo, el porcentaje de cigarrillos ilícitos aumentó en 0,5 puntos porcentuales, representando el 7,8 por ciento del consumo total en 2020 y hasta alcanzar los 34.200 millones de cigarrillos consumidos en los países de la UE-27.El aumento de los cigarrillos ilegales -constituidos por el contrabando, la falsificación y las "marcas blancas" ilícitas- fue impulsado por un incremento "sin precedentes" del 87 por ciento en el consumo de productos falsificados, con lo que la pérdida de ingresos fiscales para los gobiernos de los Veintisiete ascendió a unos 8.500 millones de euros, prosigue.

Citado en el comunicado, el director general de Tabaqueira, Marcelo Nico, señaló que, "a pesar de lo que se ha visto en el escenario europeo, los resultados presentados por Portugal muestran el trabajo decidido y comprometido que las autoridades portuguesas vienen desarrollando para contrarrestar este fenómeno nocivo para la salud y la seguridad pública", así como para "las arcas públicas", ya que al ser productos falsificados, "no pagan impuestos". "La lucha contra el comercio ilícito de tabaco exige la actuación del Estado y de las empresas, que deben aunar esfuerzos para trabajar en cooperación y de forma concertada, teniendo como objetivo la seguridad y la salud pública, al tiempo que se defiende la hacienda pública", advirtió el responsable.

El informe anual independiente de KPMG para la PMI también muestra cómo el consumo legal e ilícito de cigarrillos se ha visto afectado por la pandemia de Covid-19, en un periodo de confinamiento y restricción de la circulación de personas dentro de la UE, junto con la disminución de la asequibilidad . El documento estima que el consumo total de cigarrillos descendió un 4,7% el año pasado, hasta los 438.800 millones, en la UE de los 27, mientras que los controles fronterizos y las restricciones a los viajes relacionados con la pandemia provocaron un fuerte descenso del no consumo. que cayó un 18,5% en 2020 (11.900 millones de cigarrillos).

El consumo de "marcas blancas" ilícitas y otros cigarrillos de contrabando disminuyó de un año a otro, pero el estudio indica que estos descensos fueron "compensados con creces por el aumento de la falsificación, que casi se duplicó en 2020", representando 10.300 millones de cigarrillos falsos, frente a los 5.500 millones del año anterior, reza el estudio. El trabajo estima que esto fue impulsado principalmente por el "aumento sin precedentes" del consumo de cigarrillos falsos en Francia, alcanzando los 6.000 millones de cigarrillos falsos consumidos sólo en este país.

Las entrevistas con las autoridades policiales realizadas por KPMG para este estudio indican que los grupos delictivos organizados "siguieron trasladando sus operaciones dentro de las fronteras de la UE, mientras que una gran proporción de las "marcas blancas" ilícitas y los cigarrillos falsificados se producen en fábricas ilegales dentro de la UE". Este hecho también se ve confirmado por el creciente número de redadas policiales en fábricas de cigarrillos ilegales en varios países europeos, añade.