En un comunicado, el municipio dijo que, en la práctica, la medida exime a las unidades de cobrar la tasa turística sobre las pernoctaciones hasta febrero del próximo año, ya que la tasa turística sólo se aplica entre el 1 de marzo y el 31 de de octubre de cada año.

La medida extraordinaria pretende apoyar a las 24 urbanizaciones turísticas y a las cerca de 730 unidades de alojamiento local del municipio, "teniendo en cuenta la reciente evolución del sector turístico y las reducidas perspectivas de reservas turísticas para los próximos meses".

El Ayuntamiento asegura que la medida temporal, aplicada desde marzo de 2020 en respuesta a la pandemia del covid-19, pretende paliar los efectos, en la economía local, de la crisis provocada por la caída de los mercados emisores de Reino Unido, Alemania, Holanda y Francia.

"Así, hasta febrero de 2022, las urbanizaciones turísticas y los establecimientos de alojamiento local del municipio están exentos de presentar [...] la declaración mensual para el cobro de la tasa turística municipal por las pernoctaciones de los respectivos clientes", reza la nota.

La tasa de 1,50 euros por persona y noche fue aprobada en 2019 por el ayuntamiento, después de que la Mancomunidad Intermunicipal del Algarve (AMAL) decidiera crear una tasa turística que se aplicara en la región.

Cobrada solo en los primeros siete días de estancia, la tasa pretende adaptar el territorio a la mayor demanda turística, así como promocionar el destino.

Con la recaudación de la tasa turística, iniciada en Faro el 1 de marzo de 2020, pero suspendida a finales del mismo mes debido a la pandemia del covid-19, el municipio esperaba recaudar 500.000 euros en un año.

La aplicación de una tasa turística deliberada por AMAL puede iniciarse tras la aprobación de las respectivas asambleas municipales y, en la región, sólo el municipio de Silves anunció que no aplicaría el impuesto.