"La vacunación y las pruebas masivas tienen que ser una de las banderas de nuestro Gobierno y pasar los certificados digitales para que la gente pueda hacer su vida", dijo Miguel Gião a Lusa tras un encuentro en Faro que reunió a representantes del sector de la restauración, la hostelería y la empresa.

El empresario, miembro de la junta directiva de la Asociación Cultural y Activista del Centro de Faro (OCAB), señaló que el Algarve es la región con la vacunación "más retrasada", lo que podría estar contribuyendo a la situación actual, en la que varios municipios tienen un riesgo alto o muy alto de contagio.

"Necesitábamos una vacunación masiva para los que trabajan en el turismo, porque tratan con personas de diferentes países y deben ser llamados, al igual que ocurrió con los profesores", argumentó.

El dirigente subrayó que las vacunas están "disponibles y son ilimitadas en la región de Lisboa", pero en un momento en que los turistas acuden a la región, sería necesario "un refuerzo en el Algarve".

Miguel Gião se quejó de que sólo en Faro existe la posibilidad de vacunar a unas 1.000 personas al día, pero "sólo llegan 300 vacunas".

Otra de las propuestas que salieron de la reunión es la discriminación positiva para los que tienen el certificado digital Covid-19, para que estas personas puedan "permanecer en los lugares después del tiempo que los demás tendrían que recoger".

Para los empresarios, se trataría de un incentivo para que "los que quieran mantener su libertad" y disfrutar de los espacios en horario normal "vayan a vacunarse".

La revisión de los cálculos de la matriz de riesgo es otra de las demandas de estos sectores -también defendida por varios concejales algarvíos- para que los turistas se sumen a los residentes del municipio a la hora de calcular la incidencia.

Las previsiones para el verano son muy negativas, ya que los que reservaron "están cancelando" y mucha gente "no va a reservar vacaciones", lamentó Miguel Gião.

"Tenemos el verano prácticamente condicionado. Vamos al cuarto invierno consecutivo en la región y el refuerzo que se esperaba para este verano no se va a producir. Va a ser un invierno muy, muy duro. La recuperación puede ser en mayo de 2022", subraya.

El dirigente pone el ejemplo de una empresa con 27 restaurantes y dos hoteles en Albufeira donde "la única comida de muchos de los empleados es la que toman en el lugar de trabajo" y, al final del día, "se llevan la cena para comer en casa".

"Ya estamos hablando del hambre, es muy complicado", lamentó.

En la reunión estuvieron presentes dirigentes de la Asociación de Hostelería del Algarve (AIHSA), la Asociación Regional de Comercio y Servicios del Algarve (ACRAL), la Asociación de Hostelería y Afines de Portugal (AHRESP), la Asociación Empresarial de Quarteira (AEPQ), la Asociación de Bares y Restaurantes de Loulé (ABRL), la Asociación Empresarial de Quarteira Vilamoura, la Asociación PRO.VAR y la OCAB.