Desarrollado por un equipo de investigadores del Centro de Neurociencia y Biología Celular (CNC) de la UC, el estudio -que pretendía evaluar si la desnutrición materna provoca alteraciones a nivel de las mitocondrias (los orgánulos celulares productores de energía) en el corazón de los fetos- sugiere que "estos bebés deberían recibir un seguimiento médico de por vida, dado su mayor riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares".

Según los resultados de la investigación, llevada a cabo con un modelo animal, una reducción del 30 por ciento en la cantidad de alimento que se proporciona a las madres durante el embarazo produce profundos cambios en la función de las mitocondrias cardíacas de los bebés, subraya la UC, en una nota enviada el 30 de junio a la Agencia de Noticias Lusa.

Se descubrió que "estas alteraciones interfieren en la forma en que las mitocondrias producen energía y en la forma en que participan en varias funciones celulares esenciales, lo que puede promover disfunciones cardíacas más tempranas en la edad adulta".

De forma innovadora y controlada, "fue posible establecer una relación causal entre la alimentación de las madres durante el embarazo y la función cardíaca del bebé", explica Susana Pereira, primera autora del artículo científico e investigadora del CNC-UC y del CIAFEL - Centro de Investigación en Actividad Física, Salud y Ocio, de la Facultad de Deporte de la Universidad de Oporto (UP).

"Este trabajo hizo evidente una relación que sospechábamos desde hace tiempo que existía, ahora se hace imprescindible definir la dieta ideal durante el embarazo para mejorar la salud del bebé", sostuvo la investigadora.

También se ha observado que el efecto de la desnutrición durante el embarazo es más pronunciado en el corazón de los fetos masculinos, diferencia que, según los autores, podría explicar la diferente susceptibilidad de hombres y mujeres a padecer enfermedades cardíacas a lo largo de su vida.

Este trabajo, ya publicado en la revista científica Clinical Science, forma parte de un proyecto más amplio, iniciado en 2009, que pretende identificar los efectos de la nutrición durante el embarazo en la salud de los fetos, concretamente en lo que se refiere a la función de las mitocondrias, y en el que, además de la UC y la UP, participan dos universidades estadounidenses: la de Wyoming y el Texas Health Science Center de San Antonio.