¿Qué es?

La Clase C ha sido un triunfo de ventas para Mercedes. Incluso desde la introducción de la versión más reciente en 2014, se han vendido unos 2,5 millones de modelos berlina y familiar en todo el mundo, lo que demuestra lo importante que es para la firma alemana.

También demuestra por qué la llegada de uno nuevo es todo un acontecimiento. Este nuevo Clase C se encuentra en una ola de modelos con mucha tecnología para Mercedes y, como resultado, viene prácticamente engalanado con pantallas, sistemas y software. Pero, aunque esté repleto de tecnología, ¿podrá seguir ofreciendo la practicidad, el refinamiento y la implicación del conductor que siempre ha gustado a los compradores?

¿Qué hay de nuevo?

Disponible en versión berlina y familiar, la Clase C ha sido remodelada para acercarse a los nuevos modelos de la gama Mercedes. El frontal es más afilado que antes, al igual que el de la Clase E, mientras que la parte trasera se asemeja a la última Clase S.

Pero también tenemos una gama de motores más limpios y eficientes a bordo y un interior que no desentonaría en una película de ciencia ficción. A todo esto hay que añadir una amplia gama de sistemas de asistencia y funciones inteligentes y conectadas diseñadas para que la conducción y el disfrute de la Clase C sean lo más sencillos posible.

¿Qué hay bajo el capó?

Aunque la Clase C está disponible con una gama de motores de gasolina y diésel, el nuestro tenía el sabor del C300d, que lleva bajo el capó un motor diésel de cuatro cilindros turboalimentado de 2,0 litros que produce 256 CV y 400 Nm de par. El resultado es que el Clase C puede acelerar de 0 a 100 km/h en 5,8 segundos y alcanzar una velocidad máxima de 250 km/h.

Con una caja de cambios automática de nueve velocidades, este diésel rinde hasta 42,8 mpg y emite 150 g/km de CO2, con una asistencia mild-hybrid que ayuda a la Clase C a conseguir estas cifras. ¿Necesita un Clase C aún más ecológico? Pues agárrate, porque en breve saldrán al mercado versiones híbridas enchufables.

¿Cómo se conduce?

La Clase C tiene que ser una multiherramienta en cuanto a capacidades de conducción. Los ejemplares anteriores siempre han ofrecido una experiencia de conducción redonda, y parece que esto es lo mismo con esta última versión. El tren de rodaje está bien resuelto y es flexible, pero no es demasiado blando como para que la carrocería se balancee innecesariamente. Además, el motor de 2.0 litros de esta versión del C300d es sorprendentemente potente y, aunque es un poco ruidoso en las aceleraciones fuertes, es silencioso y estable durante la mayor parte del tiempo.

Nos gustaría que los frenos fuesen un poco más afilados -se sienten un poco esponjosos bajo los pies- pero llevan el coche a una parada más que adecuada. Tampoco hay demasiado ruido del viento o de la carretera, lo que significa que la Clase C será cómoda de conducir en distancias largas, que es justo lo que la gente quiere de una berlina compacta.

¿Qué aspecto tiene?

El aspecto de la Clase C es muy evolutivo. Además, como ya hemos mencionado, se ha acercado a la línea del resto de la gama Mercedes. Esto ayuda a añadir un poco de sensación premium de los modelos más caros de la firma a esta berlina más corriente.

No parece demasiado llamativo, sino más bien bien bien calculado y proporcionado. El nuevo capó da al coche un aspecto más decidido, mientras que los faros delanteros más finos y las luces LED ultrafinas contribuyen a dar una sensación de dinamismo a la estética del coche.

¿Cómo es el interior?

Es difícil no dejarse impresionar por el interior de la nueva Clase C. Está dominado por las pantallas, con una enorme pantalla central orientada al retrato que ocupa mucho espacio en el centro del salpicadero. Pero a pesar del festival de tecnología a bordo, es el nivel de calidad el que realmente brilla aquí, gracias a los excelentes materiales y a la calidad de construcción muy mejorada del coche anterior.

También hay un buen espacio en la parte trasera, con un buen espacio para la cabeza y las rodillas. En cuanto al maletero, ofrece 455 litros, los mismos que su predecesor, lo que resulta extraño si tenemos en cuenta que la Clase C ha crecido 65 mm con respecto al coche anterior. También es más pequeño que el maletero de 480 litros del BMW Serie 3.

¿Cómo es el equipamiento?

Nuestros coches de prueba eran modelos con volante a la izquierda en Alemania, por lo que no reflejan lo que se puede conseguir en el Reino Unido en términos de especificaciones. Sin embargo, sabemos que habrá cuatro niveles de equipamiento disponibles: Sport, AMG Line, AMG Line Premium y AMG Line Premium Plus.

Uno de estos elementos de serie es la nueva y enorme pantalla, que mide 11,9 pulgadas y cuenta con el último sistema operativo MBUX. Es elegante y realmente intuitiva, mientras que la colocación de los controles de calefacción y ventilación dentro de la propia pantalla no distrae tanto como en otros coches.

Además, dispone de un head-up display de alta definición que le transmite toda la información clave, como la velocidad y la navegación. De hecho, es tan bueno que, una vez que has configurado las indicaciones, apenas necesitas mirar las otras pantallas.

Veredicto

Mercedes ha avanzado mucho con la nueva Clase C, sin perder los méritos que le han hecho ganar innumerables fans en todo el mundo. Es refinado y fácil de conducir, con un gran manejo y una suspensión magníficamente juzgada, mientras que el motor diesel de este modelo muestra lo mejor de lo que pueden hacer los quemadores de petróleo.

Aunque podría decirse que los días de las berlinas convencionales con motor diésel están contados, la nueva Clase C demuestra que todavía hay mucha vida en el segmento.

DATOS DE UN VISTAZO

Mercedes-Benz Clase C
Modelo probado: C300d
Motor: turbodiésel de 2,0 litros
Potencia: 256 CV
Par motor: 400Nm
Velocidad máxima: 250km/h
0-60mph: 5,8 segundos
MPG: 40,4-42,8
Emisiones: 150-159g/km CO2
PA/TPN