En un comunicado, la GNR afirma que el descubrimiento de este espacio, en la localidad de São Julião do Tojal, se hizo a raíz de una denuncia, desplazándose los militares al lugar y encontrando a unas cincuenta personas sacrificando animales, predominantemente cabras.

"Los militares constataron que más de 30 animales ya habían sido sacrificados y que, en el lugar de la matanza, no había condiciones sanitarias ni se respetaban las normas de sacrificio de animales, especialmente en lo que se refiere al bienestar animal", según la nota.

La GNR añade también que se contactó con el Gabinete Médico Veterinario Municipal de Loures para proceder al "correcto tratamiento y remisión" de los restos de los animales.

El responsable del sacrificio fue designado como acusado y los hechos fueron remitidos al Tribunal Judicial de Loures.