El presidente del Colegio de Farmacéuticos destacó el 27 de julio que el descubrimiento de la insulina, hace 100 años, "es uno de los más grandes de la historia de la medicina" por haber salvado muchas vidas y garantizado la calidad de vida de los diabéticos.

Con motivo del centenario del descubrimiento de esta hormona, el investigador de la Facultad de Farmacia de la Universidad de Lisboa (FFUL) dijo a Lusa que se trataba de "un hito sólo comparable al descubrimiento de la penicilina y la cura de la tuberculosis".

"Antes de la insulina, los médicos prescribían dietas absolutamente radicales en las que las personas se debilitaban tanto que acababan en la piel y los huesos, y morían de infecciones", explicó la presidenta Ana Paula Martins.

Cien años después, la insulina sigue siendo hoy "la más importante de las terapias contra la diabetes".

Con la evolución de los sistemas de administración de hormonas, "los pacientes pueden ahora adaptarse más fácilmente al tratamiento, llevar una vida normal, con más libertad e incluso hacer deporte", lo que habrá contribuido a la "reducción de la discriminación de la que eran objeto en el pasado".

Ana Paula Martins destacó que, "en una época dominada por Covid-19, es necesario volver a mirar a enfermedades como la diabetes y es necesario crear un registro nacional de pacientes con diabetes tipo 1".

En este sentido, la investigadora argumentó que, "más que la dificultad de acceso a la sanidad", la pandemia "puede haber provocado un desequilibrio en los niveles de glucosa en sangre porque la gente se cerró más y se controló menos".

"También hubo un retraso en el acceso a los diagnósticos, lo que me preocupa porque estos citisens van a perder calidad de vida, no es aceptable y hay que invertir en prevención y diagnóstico", dijo.

Según un informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), en 2019 Portugal fue uno de los dos países de la Unión Europea con mayor tasa de diabetes entre los adultos, ya que el 9,8 por ciento de los portugueses de entre 20 y 79 años padecía esta enfermedad crónica.

La diabetes, si no se diagnostica o no se controla adecuadamente, puede dar lugar a complicaciones más graves como ceguera, insuficiencia renal o amputación de miembros inferiores.

La enfermedad, que provoca la incapacidad del organismo para regular los niveles excesivos de azúcar en sangre porque el páncreas no puede producir insulina, aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares e infecciones respiratorias Covid-19.

Los diabéticos de tipo 1 necesitan administrarse insulina, mientras que los de tipo 2 necesitan controlar la medicación, la dieta y el ejercicio, y sólo necesitan insulina si tienen síntomas o niveles de glucosa en sangre altos o mal controlados.