El piloto holandés, que iba en cabeza en el momento del accidente al inicio de la carrera, sufrió un impacto de 51 G (51 veces la fuerza de la gravedad) y fue trasladado a un hospital local para su observación. Los comisarios de carrera sancionaron al vigente campeón del mundo con diez segundos, un "castigo" que no impidió al británico triunfar ante su público.

La marca austriaca, que solicitó el martes una revisión de la sanción, acabó por "no aportar ningún elemento nuevo, significativo y relevante" que pudiera justificar un cambio en la decisión tomada durante la carrera, según indicó la FIA, basándose en el código deportivo internacional. Tras conocerse la decisión del organismo, Mercedes criticó duramente a Red Bull, que "intentó manchar" el nombre del piloto británico.

"Además de poner fin a este incidente, esperamos que esta decisión marque el fin de un intento concertado por parte de la dirección de Red Bull Racing de empañar el nombre y la integridad deportiva de Lewis Hamilton, incluso en los documentos presentados para su candidatura fallida", escribió Mercedes, en un comunicado. Con la victoria conseguida en casa, la 99ª de su carrera, Lewis Hamilton recortó la distancia a ocho puntos del líder del campeonato, Max Verstappen.