La participación de las Energías Renovables en el Consumo Final Bruto en 2020 fue del 34,1%, superando así el objetivo del 31,0% establecido de acuerdo con la Directiva 2009/28/CE de la UE", dice el artículo del Observatorio de la Energía de ADENE, titulado "Portugal y los objetivos energéticos para 2020".

La entidad señala, sin embargo, que según la Dirección General de Energía y Geología (DGEG), todavía puede haber correcciones con la contribución del consumo de las fuentes de energía renovables aún no contabilizadas, pero el ajuste debe ser inferior a 0,5 puntos porcentuales, no poniendo en peligro el cumplimiento del objetivo.

ADENE justifica la "importante subida" de este indicador con la reducción del consumo de combustibles fósiles y con la sustitución de la producción termoeléctrica fósil por la producción eléctrica renovable.

En un año marcado por la pandemia de Covid-19, el descenso de los combustibles fósiles, sobre todo los de carretera, se debió a la reducción de los desplazamientos realizada como consecuencia de las restricciones a la movilidad, explicó la agencia.

Además, también se redujo el consumo de carbón para la producción de electricidad, que culminó con el cierre de la central termoeléctrica de Sines a finales del año pasado.

El consumo de energía primaria (excluyendo los usos no energéticos) en 2020 fue de 19 millones de toneladas equivalentes de petróleo (Mtep), "muy por encima del objetivo marcado según la Directiva Europea2012/27/UE de 22,5 Mtep", señaló ADENE.

"El objetivo fijado corresponde a una reducción del 25% del consumo de energía primaria para 2020, según las proyecciones del modelo PRIMES realizadas en 2007. Este objetivo se ha superado ampliamente, con una reducción efectiva del 36,8%", añade el informe.

Según datos de REN - Redes Energéticas Nacionais, publicados a principios de julio, "la producción renovable suministró el 68 por ciento del consumo de electricidad en el primer semestre del año, repartida entre las centrales hidroeléctricas, con el 32 por ciento, la energía eólica, con el 26 por ciento, la biomasa, con el 7 por ciento y las centrales fotovoltaicas, que por primera vez alcanzaron niveles superiores a los 800 MW [megavatios], con el 3 por ciento".