Para los firmantes del estudio publicado en BMJ Global Health, las políticas sanitarias y el interés mundial derivado de la crisis financiera y social hacen posible la erradicación del virus, pero, según los especialistas de la Universidad de Otago Wellington (Nueva Zelanda), los principales objetivos son garantizar una mayor cobertura de vacunación, capaz de responder rápidamente a las variantes. "Aunque nuestro análisis es preliminar, con varios elementos subjetivos, parece situar la erradicación del Covid-19 en el ámbito de lo posible, especialmente en términos de viabilidad técnica", afirman los autores del estudio, que incluye datos comparativos de factores técnicos, sociopolíticos y económicos de las infecciones por Covid-19, polio y viruela.

Los investigadores utilizaron un sistema de puntuación de tres puntos para cada una de las 17 variables, entre ellas la disponibilidad de una vacuna segura y eficaz, la inmunidad de por vida, el impacto de las medidas de salud pública y la gestión gubernamental eficaz del control de la infección. También se calculó la preocupación política y pública por las repercusiones económicas y sociales o la aceptación de medidas restrictivas. Las puntuaciones medias del estudio fueron de 2,7 para la viruela, 1,6 para el Covid-19 y 1,5 para la poliomielitis. La viruela se declaró erradicada en 1980 y dos de los tres serotipos de poliovirus también han sido erradicados a nivel mundial.

Los expertos reconocen que, en relación con la viruela y la poliomielitis, los retos técnicos de la erradicación del Covid-19 incluyen la escasa aceptación de la vacuna y la aparición de variantes más transmisibles: "Sin embargo, la evolución viral tiene sus límites. Es de esperar que el virus acabe alcanzando su capacidad máxima y que se diseñen nuevas vacunas", argumentan.

La persistencia del virus en los reservorios animales también podría frustrar los esfuerzos, pero no parece ser un problema grave, añaden los investigadores. Por otro lado, se destaca el "interés mundial sin precedentes en el control de la enfermedad y la inversión masiva en la vacunación pandémica". A diferencia de la viruela y la poliomielitis, el Covid-19 se beneficia del impacto adicional de medidas de salud pública como el control de fronteras, el distanciamiento social y el uso de mascarillas, que "pueden ser muy eficaces si [se] aplican bien".

La eliminación del Covid-19 se ha logrado y mantenido durante largos periodos en varias regiones asiáticas, "lo que demuestra que la erradicación mundial es técnicamente posible", resumen. Entre los retos futuros, el estudio señala la consecución de la cooperación internacional para luchar contra el "nacionalismo de las vacunas".