El jueves, 3.000 personas abandonaron el aeropuerto de Kabul a bordo de 16 aviones militares C-17, según el funcionario, que declinó ser identificado, citado por la agencia Efe. De ellos, 350 eran ciudadanos estadounidenses, el resto familiares, colaboradores afganos y familiares, además de afganos considerados "vulnerables", según la misma fuente.

Sin embargo, el número total de vuelos enviados por Estados Unidos en las últimas 24 horas puede ser mayor, ya que en ese periodo salieron de Afganistán 11 vuelos chárter, cuyos pasajeros aún no han sido contabilizados, según Efe. Las cifras siguen por ahora lejos de las expectativas del Pentágono, que pretendía transportar entre 5.000 y 9.000 personas al día desde el aeropuerto de Kabul.

Estados Unidos reanudó el lunes los vuelos militares en el aeropuerto de Kabul, que habían sido interrumpidos debido al caos provocado por la concentración de cientos de afganos en la pista de aterrizaje, que intentaban desesperadamente abandonar el país tras la toma de la capital por los talibanes. Hasta 15.000 estadounidenses permanecían en Afganistán después de que los talibanes tomaran el control del país durante el fin de semana.

Los talibanes conquistaron Kabul el domingo, poniendo fin a una ofensiva iniciada en mayo, cuando comenzó la retirada de las fuerzas militares estadounidenses y de la OTAN.
Las fuerzas internacionales están en el país desde 2001, en el marco de la ofensiva dirigida por Estados Unidos contra el régimen extremista (1996-2001), que acogió en su territorio al líder de Al Qaeda, Osama bin Laden, principal responsable de los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001. La toma de la capital pone fin a 20 años de presencia militar extranjera en Afganistán por parte de Estados Unidos y sus aliados de la OTAN, entre ellos Portugal.