En la edición del 19 de agosto, el Jornal de Notícias citó la decisión del Supremo Tribunal de Justicia (STJ), en la que los jueces sostienen que fue la "emoción violenta del embarazo de miseria lo que realmente" dominó la acción de la mujer, recordando que "lo que parece ser alevosía "criminal" sólo será ciertamente el resultado de una confusión".

La semana pasada, el diario Público ya había dado a conocer la decisión del TSJ, adelantando que Sara Furtado sería liberada en septiembre.

Contactado el 19 de agosto por la Agencia de Noticias Lusa, el abogado defensor de la mujer, Rute Santos, confirmó la decisión del STJ.

Sara Furtado había sido condenada en octubre de 2020 a nueve años de prisión por tentativa de homicidio agravado, tras abandonar a su hijo recién nacido en un contenedor de basura en la zona de Santa Apolónia, en noviembre de 2019.

"Una persona con dificultades para dirigir su vida, para tener ideas claras, no parece poder identificarse con el racionalismo gélido de una delincuente tan claramente mental", se puede leer en la sentencia del TSJ.

La abogada Varela de Matos, que formó parte del grupo de abogados que presentó en noviembre de 2019 un pedido de liberación inmediata ('habeas corpus') de Sara Furtado, utilizó las redes sociales para aplaudir la decisión del STJ.

"Finalmente, el Tribunal Supremo de Justicia, a través de la pena de los Consejeros, Teresa Féria y Paulo Ferreira da Cunha, emitió una decisión. Dice lo que dijimos hace dos años, y lo que fue los argumentos de 'habeas corpus': Una joven de 20 años, en esas circunstancias de tiempo, lugar y modo, tenía la conciencia perturbada y disminuida en el acto que practicó", escribió.

El 5 de noviembre de 2019, las autoridades recibieron la alerta sobre un recién nacido encontrado en un contenedor de basura en la Avenida Infante D. Henrique, cerca de la estación del río.

El recién nacido fue encontrado por un indigente, aún con restos del cordón umbilical, y fue llevado al Hospital Dona Estefânia, en Lisboa, para posteriormente ser trasladado a la Maternidad Alfredo da Costa al no necesitar cuidados médicos y quirúrgicos complejos.

En su momento, la Fiscalía de Lisboa consideró que "era suficiente para probar que la acusada, embarazada de 36 semanas y en trabajo de parto", dio a luz al bebé en Santa Apolónia, "puso al recién nacido en una bolsa de plástico, junto con los demás tejidos expulsados en el momento del parto, y lo colocó dentro de una basura amarilla, abandonando después el lugar".

La presidenta del Instituto de Apoyo al Niño (IAC) argumentó que la joven expuso al bebé al abandono, sin querer matarlo.

Según Dulce Rocha, la mujer se encontraba en una situación de vulnerabilidad que la llevó a abandonar a su hijo.

La presidenta del IAC también mencionó que no había señales, como heridas o signos de asfixia, que apuntaran a un intento de asesinato.