Tras graduarse antes de tiempo, dos adolescentes salieron de su casa de Minnesota para embarcarse en un viaje de 2.200 millas en canoa por el corazón de Norteamérica. Su destino final eran las costas de permafrost de la Bahía de Hudson. No tenían experiencia, pero a pesar de ello se las arreglaron para hacer el viaje de su vida. Al final, la historia también explora la fuerza de la amistad. Me gustó el hecho de que el autor describiera con detalle los altibajos, lo que hace que la historia sea más auténtica.

Seguimos a la pareja mientras se embarca en una aventura por el río Minnesota, que se desborda, y a través de las llanuras de Dakota del Norte, cruzando el lago Winnipeg y descendiendo por los rápidos del norte canadiense.

La aventura les pone a prueba físicamente, su amistad, sus sueños y, finalmente, incluso sus vidas. Se trata de una aventura salvaje y libre con la que se sueña pero que nunca se piensa que pueda ocurrir. Desafiaron el calor, el frío, el agotamiento, el aguanieve, la niebla y sus propias mentes. Compartimos su viaje a través de sus ojos.

El autor Sean es ahora profesor de estudios sociales y es un hockey de la escuela secundaria. En el verano de 2011, él y tres amigos de la universidad (Colton Witte, Blake Spanier y Sam Ebenreiter) vivieron de la tierra en la región Absaroka-Beartooth de Montana durante un mes. El prólogo está escrito por Colton Witte.

Esta épica historia de la vida real gira en torno a la perseverancia y la tenacidad para terminar lo que empezaron y atraerá a todos los aventureros - ¡jóvenes y mayores!

Me pareció un libro bien escrito y disfruté de su lectura.