El juicio, que será llevado a cabo por un colectivo del Tribunal Judicial del Distrito de Lisboa Norte, tuvo que ser programado para una junta parroquial del municipio de Loures debido al elevado número de acusados (más de 80) y de abogados, pero ante la información de que "las obras no empezaron en la fecha inicialmente prevista, aún no están concluidas y sólo lo estarán el próximo viernes", la jueza Sara Pina Cabral, presidenta del colectivo, decidió que "el juicio no puede comenzar", como estaba previsto, el 13 de septiembre, "porque, una vez concluidas las obras en la sala, es necesario probar los equipos y poner en funcionamiento el sistema informático, lo que se llevará a cabo los días 13 y 14 de septiembre".

"Además, tal y como nos ha transmitido la Junta Parroquial que cedió el espacio al Juzgado, la sala no estará disponible el 27 de septiembre, por motivos relacionados con la celebración de las elecciones municipales", reza el auto del juez.

En vista de la situación, el juez ha decidido anular las sesiones del juicio previstas para los días 13, 14 y 27 de septiembre y todavía no hay una nueva fecha para el juicio.

En octubre de 2020, los 89 acusados en el caso de los Ángeles del Infierno -acusados de delitos graves, incluyendo la asociación delictiva- fueron todos enviados a juicio, después de que el juez del Tribunal Central de Investigación Criminal (TCIC), Carlos Alexandre, confirmara el caso al Ministerio Público (MP).

El auto de procesamiento tiene más de mil páginas y en uno de los pasajes del documento, al que tuvo acceso Lusa, el juez del TCIC concluye que, dadas las pruebas analizadas, "este grupo no es un simple club de moteros de recreo, sino un grupo de personas que se organizan (...) con un estilo paramilitar o similar a la milicia".

Carlos Alexandre consideró que todos los elementos que componen el grupo 'motero' Hell's Angels están "en absoluta consonancia, jerarquizados e imbuidos de obediencia a los estatutos (del club) y a las obligaciones que de ellos se derivan".