Maria João Paiva Lopes, del Centro Hospitalario Universitario Central de Lisboa (CHULC), dijo a Lusa que el nivel de conocimiento sobre estas infecciones "es bajo" en Portugal.

"Creo que sería muy deseable que hubiera un mayor conocimiento y una mayor protección individual, entre otras cosas porque estas enfermedades no sólo son importantes a nivel individual, sino también a nivel de salud pública", subrayó.

Para Maria João Paiva Lopes, "sería útil" que durante la educación obligatoria hubiera "una mayor capacidad de transmitir estos conocimientos y los comportamientos y formas deseables e indeseables de protegerse".

Esta postura es compartida por Cândida Fernandes, médico responsable de la Consulta de Enfermedades de Transmisión Sexual del Hospital dos Capuchos, perteneciente al CHULC, que defiende que el trabajo con los jóvenes debe darse "en un contexto positivo, promoviendo una sexualidad feliz y sin problemas".

Las personas, sobre todo cuando son muy jóvenes, se preocupan menos por las enfermedades que pueden ser mortales, porque piensan que "son inmortales y que las cosas sólo les pasan a los demás", ha señalado el dermatólogo, que lleva más de 20 años trabajando en este ámbito.

"Los jóvenes de la escuela secundaria y de la universidad desconocen, desvalorizan, son menos conscientes de que estas infecciones pueden ser graves y, a pesar de que se curan con antibióticos, los que tienen estas infecciones son más susceptibles de infectarse con el VIH, una enfermedad crónica para la que tienen tratamiento, pero sigue siendo una carga en su vida", advirtió.

Cândida Fernandes también advirtió que la clamidia y la gonorrea en edad pregestacional, si no se tratan correctamente, pueden causar problemas de infertilidad.