Frente al Ayuntamiento de Matosinhos, en el distrito de Oporto, un centenar de trabajadores acusaron al primer ministro, António Costa, de mentir sobre el cierre de la refinería, exigiendo respeto para los que perdieron sus puestos de trabajo.

El coordinador de la Comisión de Trabajadores (CT) de la empresa del grupo Galp Energia, Hélder Guerreiro, afirmó que no renunciarán al futuro de Matosinhos.

Condenando enérgicamente las declaraciones realizadas el pasado domingo por António Costa, quien, durante la campaña de las elecciones municipales en Matosinhos, como secretario general del PS, dijo que "era difícil imaginar tanta tontería, tanto despropósito, tanta insensibilidad" como demostró Galp en el cierre de la refinería de Matosinhos, prometiendo una "lección ejemplar" a la empresa, Hélder Guerreiro le pidió que pasara de las palabras a los hechos.

"Si quiere dar una lección a Galp, vamos a reincorporar a los trabajadores despedidos y a poner la refinería a trabajar para el país y la región", dijo.

Hablando de un crimen social cometido en Matosinhos, en el área metropolitana de Oporto, en la región y en el país, el coordinador de la CT recordó que el primer ministro nunca respondió a los llamamientos de los trabajadores y que, sólo ahora, en vísperas de las elecciones, les dio la razón.

"Mostró una insensibilidad total en todo este proceso", subrayó.

Las críticas a Costa dominaron toda la manifestación, con Miguel Ângelo, del Sindicato de Trabajadores de las Industrias Transformadoras, Energéticas y de Actividades Medioambientales del Norte (Site-Norte), diciendo que el primer ministro es la "figura" del cierre de la refinería.

"Él [el primer ministro] fue la primera persona que lo supo", reforzó, diciendo que mientras la "llama no se apague" seguirán luchando.