En declaraciones a Lusa, en el marco de la ordenanza publicada hoy en el Diário da República, el director del Servicio de Medicina Intensiva del Hospital de São João, Artur Paiva, dijo hoy que el proyecto pretende "capacitar" a ese servicio.

"Hubo un conocimiento por parte de las estructuras centrales de que el número de camas con el que salimos para la crisis [pandémica] del covid-19 en cuidados intensivos era inferior al que debería ser", dijo, y añadió que el trabajo forma parte del "proyecto a nivel nacional de formación en medicina crítica".

"Tres mil pacientes pasan por el Servicio de Medicina Intensiva del Hospital de São João, en Oporto", dijo el clínico, añadiendo que el proyecto permitirá "un ligero aumento del número de camas", de 70 a 78.

Además del aumento del 12% en el número de camas, las obras de formación también permitirán "duplicar el número de salas de aislamiento en las unidades de cuidados intensivos", pasando de nueve a 18.

"Teniendo ya resultados muy positivos, una mortalidad en la UCI del 11% y una mortalidad global en el hospital del 16%, [el proyecto] permitirá mejorar la atención a los pacientes", destacó.

En las habitaciones de aislamiento, las mejoras realizadas también permitirán "modelar la presión ambiental" en el interior, permitiendo crear "una presión positiva para evitar que los contaminantes que existen en el aire de la habitación salgan al exterior", como "una presión negativa y evitar en determinadas patologías que los microorganismos que causan enfermedades salgan de la habitación".

"Es importante en el covid-19, y lo fue y lo sigue siendo en otras patologías como la gripe y la tuberculosis", señaló.

El director del Servicio de Medicina Intensiva también señaló que las mejoras permitirán mitigar "un problema importante", como son las infecciones que adquieren los pacientes de ese servicio hospitalario.

"Para un paciente en el que hay una gran inversión en cuidados intensivos, no tiene sentido adquirir una infección en el hospital.Entonces se puede evitar la transmisión de infecciones de un paciente a otro e incluso a los profesionales, aumentando la seguridad", añadió.

Con una inversión cercana a los seis millones de euros, el proyecto durará unos seis meses y se desarrollará en dos fases, en la primera se actuará "en un área que no era de cuidados intensivos y se convertirá" y, en una segunda fase, "se actuará en la mejora del área que ya era de cuidados intensivos".

"En un proyecto que esperamos que esté concluido a principios del próximo año", añadió Artur Paiva.