Según un estudio de la Escuela Nacional de Salud Pública (ENSP), que contó con la participación de 1.126 inmigrantes de diferentes nacionalidades residentes en el área metropolitana de Lisboa, la mitad de los encuestados consideró que no tenía suficiente información para gestionar su propia salud y que el 62% desearía contar con más apoyo de los profesionales sanitarios para ayudarles a entender y gestionar el sistema.

Titulado "Alfabetización sanitaria, promoción de la salud y cohesión social en las poblaciones migrantes", el documento de la ENSP de la Universidade Nova de Lisboa destacó como principales retos para estas poblaciones el acceso a información suficiente para poder tomar decisiones, la identificación de fuentes de información creíbles y la relación con los profesionales del sector.

"Pensar en la alfabetización sanitaria significa pensar en la trayectoria vital de la persona, en un enfoque multisectorial, donde las políticas y las intervenciones se integran para responder a las necesidades reales de las personas, potenciando sus recursos, conocimientos y habilidades. Comprender esta dinámica es fundamental para la adecuación de las intervenciones a los diferentes perfiles de alfabetización sanitaria", afirma Sónia Dias, coordinadora del estudio y profesora de la ENSP.

Dentro del colectivo de inmigrantes, todavía existen desigualdades en cuanto a la alfabetización sanitaria que pesan, según el documento, especialmente sobre las mujeres, los mayores de 45 años y los que tienen menos estudios o ingresos. Esta realidad se extiende también a los extranjeros en situación irregular en el país y a los recién llegados, que muestran un mayor desconocimiento de los servicios sanitarios nacionales.

El estudio no ignoró la pandemia del covid-19 y también analizó sus efectos en la población inmigrante, confirmando el agravamiento de las desigualdades y el importante impacto en la salud de estas personas. Uno de cada cinco reconoció que la enfermedad causada por el virus SARS-CoV-2 había afectado a su salud, siendo las cifras más negativas entre las mujeres, los ancianos, los más desfavorecidos y los que tienen una situación migratoria más precaria.

"Dadas las características de estos colectivos, es urgente pensar en intervenciones dirigidas a los inmigrantes para acercarles a los cuidados o, en otro sentido, para acercar los cuidados a la población. Otro aspecto relevante es reforzar el apoyo a las organizaciones que están en el terreno y trabajan con estas comunidades", explicó Sónia Dias.